Usar mal la palabra “basura” está provocando que dañemos al ambiente

En nuestra vida diaria solemos usar todo tipo de palabras para expresarnos, pero estas no siempre significan lo que nosotros pensamos. Vamos por ahí usando términos a diestra y siniestra sin siquiera pensar en si lo que estamos diciendo es correcto. Tal es el caso de la palabra “basura”, la cual usamos para referirnos a todo lo que desechamos, pero ¿esta es la palabra que deberíamos de usar? Aquí descubrirás su verdadero significado, el término que deberías utilizar, así como un par de prácticas útiles que podrías implementar para ayudar al planeta respecto a este tema. 

En el 2018 se generaron unos 107,056 toneladas de basura cada día en México, lo que aproximadamente equivale a 854 gramos por persona. Si tenemos suerte, toda esta basura va a terminar en un relleno sanitario. Otra parte, posiblemente se lleve a un tiradero a cielo abierto, llegue a nuestros ríos y otros cuerpos de agua o se queden volando en nuestra localidad. De una u otra forma termina afectando a nuestro ecosistema. Antes de querer hacer algo por nuestro planeta, es importante definir ¿qué es la basura? De esta forma nos será más fácil actuar y podremos hacer las paces con la madre naturaleza. 

En primer lugar, el término “basura” no es el adecuado si queremos referirnos a lo que desechamos. La basura es una mezcla de todos los tipos de residuos que existen. Cuando simplemente echamos en una bolsa de plástico todos los residuos que encontramos en casa, esta se convierte en basura. ¿Así de fácil? Pues sí, porque esta mezcla al estar en contacto con quién sabe qué otras cosas se convierte en un monstruo de residuos con la capacidad de dañar al ambiente. La basura no puede revalorizarse para que se use como materia prima de otra actividad y tampoco puede disponerse de forma que su impacto sea menor al planeta. Simplemente se va a ir a un relleno sanitario o a quién sabe dónde para contaminar todo con lo que esté en contacto. 

El término que se debe de utilizar es el de “residuo”. Los residuos son todos aquellos materiales no deseados que resultan de un proceso o actividad. Estos pueden ser de diferentes características y se clasifican según estas características. Además, los residuos pueden ocuparse como materia prima para otras actividades. 

Según la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR), los residuos se clasifican en tres grupos: residuos peligrosos, residuos sólidos urbanos y residuos de manejo especial. 

Los residuos peligrosos son los que poseen al menos una de las características CRETIB, que significa, corrosivo, reactivo, explosivo, tóxico ambiental, inflamable y biológico-infeccioso. Aunque este tipo de residuos se generan principalmente a partir de actividades industriales, uno que otro producto que desechamos de casa también podría considerarse como peligroso. Si queremos saber qué residuos son considerados como peligrosos podemos revisar las listas descritas en la Norma Oficial Mexicana  NOM-052-SEMARNAT-2005.

Los residuos sólidos urbanos son aquellos que generamos en casa así como también los provenientes de actividades en establecimiento o de la vía pública. Según un informe de la SEMARNAT hecho en el 2017, estos residuos se componen de la siguiente forma:

  • Residuos orgánicos 51.6%
  • Papel, cartón y productos de papel 14.2%
  • Otro 12%
  • Plásticos 11%
  • Vidrio 6.1%
  • Aluminio 1.8%
  • Textiles 1.4%
  • Metales ferrosos 1.2%
  • Metales no ferrosos 0.7%

Y por último están los residuos de manejo especial que, según la LGPGIR, son los residuos que no se pueden catalogar como residuos sólidos urbanos ni como residuos peligrosos. Si estamos seguros de que no pertenecen a estos últimos, entonces posiblemente sea un residuo de manejo especial. Este tipo de residuo también es generado por actividades industriales como por ejemplo en las plantas de tratamiento de aguas residuales. 

La basura es como una arma de destrucción masiva que usaría algún supervillano, imaginen que Thanos ha estado recorriendo el planeta con el objetivo de  recolectar todos los tipos de residuos que existen, mezclarlos en la Bolsa del Infinito y así crear basura con la que destruirá al planeta. Nosotros como los poderosísimos Vengadores que somos, descubrimos sus planes e ideamos una estrategia para ya no generar más basura, disponer adecuadamente de cada residuo para que así estos puedan revalorizarse y, de esta forma, Thanos no pueda encontrar ningún tipo de residuo en la Tierra que pueda usar para destruirnos. 

El plan consiste en cosas fáciles, pero que requieren de compromiso para poder realizarlas. Ya conocemos los tipos de residuos que existen y  que los residuos que más nos importan son los que generamos en casa, o sea, los residuos sólidos urbanos. Además sabemos que la mitad de estos residuos son desechos orgánicos y la otra mitad no, entonces lo que tenemos que hacer es comenzar a separar nuestros residuos en orgánicos e inorgánicos. Los orgánicos podemos convertirlos en composta. En YouTube hay muchas opciones de cómo hacerla y al final obtendremos un producto que podremos utilizar como abono. Los residuos inorgánicos podemos llevarlos a centros de acopio en donde se encargarán de reciclarlos, incluso podríamos ganar algo de dinero si los vendemos a alguien que compre plástico, aluminio, etcétera.  

Es nuestra responsabilidad hacer el mayor bien que podamos para cuidar de nuestro planeta. Saber qué es la basura ayudará a que podamos disponer adecuadamente de nuestros residuos, esto mejorará la calidad de nuestra localidad y eventualmente la del ambiente.

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Acerca de nuestro divulgador invitado: Iván Molar Rochín, Ingeniero Ambiental egresado de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, enamorado del séptimo arte, ha decidido convertirse en cineasta y divulgar la ciencia a través del cine.

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Esta entrada es el resultado del taller Escribir para divulgar, donde los participantes han empezado a desarrollar habilidades de escritura, para compartir eso que saben o que les gusta acerca de la ciencia y la tecnología.

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