Actividad #50 «Detonaciones microtextuales»

Ejercicios de escritura creativa para jóvenes y adultos.

Imparte: Deniss Guerra

Hemos llegado a la actividad número #50, con el alma en un hilo por un año lleno de intensidad pandémica y demás argüendes pero, sin dejar de escribir la posibilidad de nuevos mundos.

Nos tomaremos unas vacaciones, recargaremos pilas, actividades y nos pondremos al corriente con los comentarios que les debemos. Cerramos este año con la actividad no. 50, pero, no es una despedida definitiva así que esta historia continuará…

Actividad #50

Instrucciones

Deberás escribir una minificción con final totalmente abierto, incluso puedes agregar la frase, «esta historia continuará». Puedes elegir entre los siguientes temas:

  • La infancia perdida en el cajón de costura
  • La inmortalidad de los fantasmas
  • El reflejo de la sombra
  • La juventud efímera de una mosca
  • La incertidumbre de un elote desgranado

No olvides:

  • Título
  • No más de 120 palabras
  • Fecha límite 1 de diciembre 23:59 hrs.
  • Subir tu texto a comentarios
  • Escoger entre los siguientes temas: La infancia perdida en el cajón de costura, La inmortalidad de los fantasmas, El reflejo de la sombra, La juventud efímera de una mosca, La incertidumbre de un elote desgranado.
  • Subir tu texto a comentarios.
  • Dejar el final abierto o inconcluso.
  • Firmar con nombre o seudónimo.

Recomendación musical

Minificción recomendada

El grafógrafo


Escribo. Escribo que escribo. Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme ver que escribo. Me recuerdo escribiendo ya y también viéndome que escribía. Y me veo recordando que me veo escribir y me recuerdo viéndome recordar que escribía y escribo viéndome escribir que recuerdo haberme visto escribir que me veía escribir que me veía escribir que recordaba haberme visto escribir que escribía y que escribía que escribo que escribía. También puedo imaginarme escribiendo que ya había escrito que me imaginaría escribiendo que había escrito que me imaginaba escribiendo que me veo escribir que escribo.

 
Salvador Elizondo

10 Replies to “Actividad #50 «Detonaciones microtextuales»”

  1. Lo único que no encajaba.
    Estaba acostumbrado a ver cosas descolocadas: ropa en las ventanas, monedas en los frascos de mermelada, canarios en jaulas, perros en la azotea… pero todo eso lo entendía, sabía por qué estaban donde no correspondía: falta de espacio, desconfianza, complejo de superioridad del ser humano… Pero esto era diferente, no había razón aparente para la incongruencia. Así que un día decidió abrir el cajón de costura. Sacó la cajita de metal pensando que por fin probaría las delicias que su abuela egoísta no quería compartir con él, y la destapó.
    Esta historia continuará…

  2. En el cine
    La última película que retrata esa gran inundación no me agradó. Si bien sé que es una película y que sólo retrata una visión de cómo pudo haber pasado, pienso que les faltó investigar más sobre ese tema. Les habría aconsejado que revisaran bien en los registros de las culturas antiguas ya que todas ellas hablan de ese acontecimiento, algunas con más detalles otras con menos, pero todas ellas alrededor del planeta, hablan al respecto. No acostumbro atravesar los cines, pero vi que el film no le hizo justicia al evento. No lo recuerdo así.
    Esta historia continuará

  3. 360 grados.
    Me levanté, siguiendo la rutina de siempre, quizás me aferró a mi rutina por mera comodidad, no lo sé. Pero la tarde fue distinta, me dispuse a salir por la cena pero entonces lo escuché decirme «dame la mano, no pasa nada» en seguida lo busque estúpidamente, me sentí tan confundida e impotente que decidí volver a casa. Me servi una copa de vino y lloré nuevamente por su ausencia, siempre he pensado que la mortalidad es relativa por qué al menos en mi cabeza él es inmortal, pero juraba haberlo escuchado estaba segura que era él. Con varias copas de más y poca cordura me dirigí al lugar en dónde lo escuché, quedé perpleja, fue entonces cuando…

  4. Tortura de maíz.

    Me sacaron por la mañana, me quitaron las sábanas verdes con las que me cubría y me arrancaron unos cuantos pelos, creo que no volveré a ver a mi familia. Ahora recuerdo las historias que me contaban de niño; se supone que nos dan la vida, nos engordan y nos matan para comernos, las formas comunes de tortura son: muerte en agua hirviendo, tatemado, cercenado y después frito en aceite, todo para después ponernos chile, limón, sal, caldo, frijoles, crema o incluso mayonesa.
    Son unos sádicos. Me pregunto qué quiere de mí, qué me hará, sólo puedo pensar en lo áspera que es esta tabla donde me colocó, desde entonces sólo me mira.
    Espera, tomó un cuchillo, qué preten…

    -Saruela.

  5. -Sin parches-

    Los latidos empezaron a darse forma con alfileres y terminaron afianzados con hilo y aguja. Cada error del proceso dejó arrugas y pliegues que me deshilachaban día a día. Después de tantas enmendaduras, necesito descoser mi corazón porque no se cuando pueda latir otra vez. Con esto, queda una cicatriz la cual no puede sanar. Solo queda cubrirla o esperar que no sea notoria bajo los demás desgastes y maltrechos. Cambiar la prenda por completo me despojaría de mi propia trama y urdimbre. Así que por ahora, mi corazón se quedará en la caja de costura y lo sacaré cuando esté dispuesto a repetir esos puntos y nudos.

  6. La sombra de su Cello.
    Hoy vi el reflejo de la sombra de tu violonchelo, imagine el concierto que aún suena en mi cabeza, y seguí caminando, sabía que era una sombra, ¿Cómo es posible que tu puedas estar ahí?, si yo sé que la semana pasada nos separamos, yo quería irme, tu querías quedarte, tu te fuiste, yo no sé donde estoy…
    Flutalove

  7. ¿La sombra de mi sombra es su reflejo?

    La sombra, mi sombra. Danza la sombra al compás del danzante y sin embargo, no conoce su propio ritmo. Pobre sombra, que busca su identidad. No sabe quien es, porque solo puede hacer lo que alguien más. Buscó en la luz y sólo la fulminó, buscó en la oscuridad y en ella se perdió. “¿Quién soy?” gritó la sombra. “¡Yo qué sé!” respondió un espejo. La sombra lo miró y al mirarlo se miró a sí misma. Una nueva duda existencial comenzó a minar su mente, ¿es el reflejo en un espejo un tipo de sombra?, un nuevo nivel de subyugación se manifestaba y con ello…
    Continuará…

    Arthur Dent

  8. Nixtamal

    Caía en agua hirviendo los granos, cada uno eran pensamientos florecidos de la tierra. La masorca perdía poco a poco su identidad. Observaba los pedazos volverse dorados , más blandos por la combinación de polvo blanco y agua que los purificaba.
    Ya no era él, estaba dispersado. Su espiritu resurgiria entre dos piedras que le darian una nueva forma pero eso sera para otro día.
    Esta historía continuara…

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