En busca de la literacidad científica en la educación superior

Cuando se quiere tener éxito en la universidad la lectura y la escritura son actividades obligatorias, pues abren puertas hacia el conocimiento que se pretende adquirir para ejercer una carrera o resolver problemas cotidianos, por lo que deberíamos preguntarnos en la etapa universitaria: ¿cómo comprendemos lo que leemos? y también ¿cuánto hemos practicado nuestra escritura?

Los docentes en la Universidad piensan que uno de los principales problemas de los estudiantes para mejorar su desempeño, es que tienen muchas dificultades con la lectura y no hay una buena comprensión, o bien, en casos más graves, es nula.

La literacidad en general

Para mejorar la situación, proponemos el desarrollo de la literacidad. Esta implica la adquisición, uso y desarrollo del lenguaje oral y escrito. Al respecto, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2006), señala:

Literacidad  es  un  concepto  que  ha  demostrado  ser  tanto  complejo  como  dinámico,  continuamente  interpretado y definido en una multiplicidad de formas. La noción de las personas sobre el significado de ser alfabeto o analfabeto está influenciada por la investigación académica, agendas institucionales, el contexto nacional, valores culturales y experiencias personales (p.147)

En consecuencia, el término  puede aplicarse a una variedad de contextos distintos, pues es un concepto que se adapta e interpreta en ambientes culturales diversos. Por lo tanto, la manera de interpretarse dependerá de la experiencia personal en un determinado contexto.

En este sentido, se encuentran en la literatura diversas interpretaciones al concepto de la literacidad, tales como: la académica y científica. Esta última también ha tenido diversas adaptaciones, pues depende del contexto en el que se aplique, pues se acopla a cada disciplina científica.

Rüdiger (1999) en su revisión sobre la literacidad científica aborda 4 principales modos de abordar la literacidad: el primero se enfoca en la comunidad científica, que se dedica a la alfabetización científica, y que tiene por objetivo la educación, se enfoca en plantear objetivos, diseñar acciones para el aprendizaje, dentro de un marco formal. El segundo se refiere a los científicos preocupados por el apoyo del público a la ciencia y tecnología; este es un interés social y la acción principal es la comunicación con los científicos. El tercero está enfocado en cómo los individuos interpretan y negocian el conocimiento científico. Y el cuarto se relaciona con los que están involucrados en la comunicación de la ciencia.

Esto nos servirá para saber qué tipo de habilidades podríamos desarrollar y enfocarnos en un objetivo particular. Aunque ahora, la literacidad científica tiene otro enfoque, a través del uso de las redes sociales y los diferentes recursos que nos aporta el internet, esta actividad podría ser comparada con las prácticas sociales, pues se ejercen a través de instituciones y relaciones de poder que tienen lugar a partir del aprendizaje informal. (Barton, Hamilton e Ivanic, 1998 p.8) citados en (Universidad del Valle & Vargas Franco, 2015).

Por supuesto es determinante la sociedad en la que se está inmerso, pues la literacidad científica está intrínsecamente ligada al desarrollo científico y tecnológico de una sociedad. Así que los científicos son los responsables del desarrollo de esta clase de literacidad.

Se podría pensar en un contenido cotidiano en las redes: “los memes”. Recientemente se publicó un estudio sobre la creación de memes científicos, donde se desarrollan las habilidades que están relacionadas con la escritura, aplicando sus conocimientos científicos en su creación. Asimismo pueden acercar a la sociedad a la ciencia, pues un meme es producto del contexto social. Como resultado del estudio, el meme permitió a los estudiantes crear e innovar, desarrollando también el pensamiento crítico, pues también forma parte de una de las habilidades de la literacidad científica (Riser et al., 2020)

En general habrá que preguntarse si un estudiante puede entender el vocabulario científico, o si puede relacionar y responder cuestiones científicas (Evans et al., 2020). Esto en principio se tiene que lograr enseñar, por medio de la experiencia, para que el estudiante pueda lograr la transformación cognitiva.

Otra de las habilidades que se adquieren es que puedan entender y desarrollar un concepto dentro de una disciplina científica, y además poder explicarlo dentro y fuera de la comunidad científica. Es complejo desarrollar la literacidad científica en diversas áreas, por lo que se podría recomendar seleccionar una disciplina en la que se esté muy interesado para lograr el objetivo mencionado. 

Finalmente, las habilidades de la literacidad científica que se busca desarrollar en los estudiantes que estudian una disciplina dedicada a la ciencia son: el pensamiento crítico, la comunicación, la autogestión, las habilidades prácticas (conocer los métodos) y poder explicar el contenido científico (Evers, 2015).

En conclusión, las habilidades de la lectura y la escritura científica permitirán a los estudiantes de la Universidad resolver sus problemas en la práctica profesional, además de comunicarse con otros de manera oral o escrita y abrir las puertas para nuevos conocimientos que les permitirá actualizarse constantemente.

Además, los textos científicos ahora no son el único camino, pues hay otros recursos como las redes sociales, el entorno digital, la plática con científicos, que ayudan a desarrollar una cultura científica y alcanzar las metas deseadas. 

Bibliografía

Evans, D. L., Bailey, S. G., Thumser, A. E., Trinder, S. L., Winstone, N. E., & Bailey, I. G. (2020). The Biochemical Literacy Framework: Inviting pedagogical innovation in higher education. FEBS Open Bio, 10(9), 1720–1736. https://doi.org/10.1002/2211-5463.12938

Laugksch, R. (2020). Scientific Literacy: A Conceptual Overview. Science Education – SCI EDUC, (84).

Riquelme Arredondo, A., & Quintero Corzo, J. (2018). LA LITERACIDAD, CONCEPTUALIZACIONES Y PERSPECTIVAS: HACIA UN ESTADO DEL ARTE. Revista Reflexiones, 96(2), 93. https://doi.org/10.15517/rr.v96i2.32084

Riser, D. K., Clarke, S. D., & Stallworth, A. N. (2020). Scientific Memes: Using the Language of Social Media to Improve Scientific Literacy and Communication in Lifespan Development. Psychology Learning and Teaching, 19(3), 275–289. Scopus. https://, oi.org/10.1177/1475725720929277

Universidad del Valle, & Vargas Franco, A. (2015). Literacidad crítica y literacidades digitales: ¿una relación necesaria? Folios, 42, 139–160. https://doi.org/10.17227/01234870.42folios139.160

Semblanza de la autora.

Libia Adriana León Izurieta. Biomédica de formación y Microbióloga. Ser docente es mi profesión y me apasiona enseñar sobre ciencia y microorganismos. Soy fanática de la ciencia y la tecnología aplicada a la educación.

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Esta entrada es el resultado del taller Escribir para divulgar, donde los participantes han empezado a desarrollar habilidades de escritura, para compartir eso que saben o que les gusta acerca de la ciencia y la tecnología.

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