Actividad #8 «Detonaciones microtextuales»

Actividades de creación literaria para jóvenes y adultos.

Imparte: Deniss Guerra

Tan alucinante la idea del Pay (Pie) espacial, como los textos que nos mandaron, geniales, de verdad que cada vez es una sorpresa leerlos. Si tienen oportunidad, échenle un vistazo a los textos que se generan de cada actividad, hay unas imágenes padrísimas e ideas muy bien ejecutadas.

Esperamos también que los elementos que vamos tocando sobre la minificción o en general las ideas para detonar la creación de textos, les esté siendo de ayuda y puedan replicar los ejercicios siempre que les sean útiles o necesarios.

En esta actividad vamos a trabajar sobre la creación de personaje. En este caso les daremos un nombre y una frase sobre la cual partir.

Actividad #8

Instrucciones

Deberás escribir una minificción sobre un personaje llamado Ana, con ayuda de la siguiente frase que puedes utilizar al inicio, en medio o al final de tu narración: «Ana de Cadres, mujer de metáfora viva«. La regla es que la narración debe girar en torno al personaje principal que es Ana, y a través del cuento conocer algo de ella. Puedes también utilizar algunos de los otros elementos que hemos trabajado, como la intertextualidad, hacer mención a una obra (ya sea musical, escrita, etc.), darle estructura de otro tipo de texto, en fin, las herramientas son tuyas. Para esta actividad, seleccionamos un par de canciones muy particulares.

No olvides:

  • Título
  • No más de 120 palabras
  • Usar el nombre de Ana para el personaje principal.
  • Usar la frase «Ana de Cadres, mujer de metáfora viva»
  • Subir tu texto a la sección de comentarios.
  • Fecha límite miércoles 22 de abril 2020, 23:59 hrs.
  • Firmar con nombre o seudónimo.

Recomendaciones

14 Replies to “Actividad #8 «Detonaciones microtextuales»”

  1. –En mi próxima vida naceré el Día de la Tierra, así podremos celebrar juntas– gritó la cerdita mientras aguardaba su final.
    Desde entonces, se cuenta que cada 22 de abril una muchacha asiste a los pies del ancestral cedro, después de conjurar el tiempo con sus zancadas veloces. Se juntan de madrugada para descifrar sus propios misterios.
    –He aquí Ana de Cadres, mujer de metáfora viva– musita la vida mientras mueve sus ramas – Cuéntame ¿qué nos ha pasado en estos días–susurra mientras la abraza con su eterno perfume.

    1. Muchas gracias por tu cuentito, me parece que tiene un aire de mito, es misterioso y deja abierto el final, el cuál además me parece genial que los hayas hecho con una pregunta hecha por la vida misma, o la imagen que has creado de ella. Gracias

  2. Ana de Cadres, mujer de metáfora viva, recorrió incontables praderas de dorados pastos, sus atardeceres siempre fueron batallas épicas entre rojos, narajas y amarillos. En sus amaneceres, los colores pastel reavivaban bosques y junglas, y de su voz se alimentaban las madres que guardaban los cuentos e historias. Sus manos dibujaban la vía láctea noche tras noche, y de su mirada las estrellas reflejaban la luz. Así escribía al universo Ana de Cadres, mujer de metáfora viva.

    1. Horacio muchas gracias, qué lindas imágenes construiste alrededor de Ana, las «batallas épicas entre rojos, naranjas y amarillos» qué forma de decir lo que es una atardecer. Muchas gracias es un bello poema.

  3. Juana I
    – ¡Hola amigos! Ya me conocen, soy Ana de Cadres, mujer de metáfora vida. Y estoy feliz de anunciarles que… ¡Al fin hemos llegado a los cien mil suscriptores! ¡Yei! Les quiero agradecer de todo corazón todo su cariño y apoyo al canal, esto no lo habría logrado sin ustedes. Así que ¡Muchas, muchas gracias! ¡Los quiero! Así que no dejen de compartir mis videos y darles like, para que pronto seamos muchos más. Ahora, como pueden ver, hoy traigo puesto mi cosplay de nuestro científico-loco favorito ¡Senku! Esto es porque la semana pasada…
    (Se cierra la trampilla)
    – ¿Qué estaba haciendo ahora?
    -Lo mismo de siempre, hablarle a la pared.
    Arthur Dent

    1. Arthur, pero qué buen finale, qué giro, además el texto está construido con la forma de un diálogo ya muy conocido por nosotros que es el de los youtubers, blogeros, etc. y por ello me parece que habla bastante de quién es Ana, claro sin olvidar el buen toque final que nos da otra perspectiva y un detalle importantísimo de Ana. Muchas gracias

  4. Las influencias de Ana
    Ana de Cadres, mujer de metafora vida. Gano aquel epiteto debido a que todo lo que le era agradable a su vista daba una comparación con otro objeto.
    Muchos decian que sus constantes lecturas de libros del siglo XIX en especial la de «Los miserables» de Victor Hugo le hicieron copiar tales mañas.
    Al ver alguien atractivo ya trataba con esfuerzo, hacer miles de comparación en su mente:
    «Oh aquel cuya figura se asemeja a las esculturas hechas del mejor artista, tú seras de marmol pues tu tez es blanca como la nieve, tu cabellera ha de ser de oro pues resplandece y acaparas los fulgores del sol. ¡Ah! me ofuscas la mirada con tanto brillo y para colmo parece que todo esos preciosos destellos se concentran en tus ojos que son como dos topacios pardos»
    Asi era ella y podria citar miles de ejemplos iguales. Muchas personas le regañaban por expresarse asi, decian que no sé le entendia, dejase de chistosadas, debia decir las cosas sin tanto enrrollo pero para colmo, hasta hoy en dia sigue haciendolo.

  5. Título: El poder de llamarse Ana
    Autor: Gael Velázquez Gómez
    En una tarde a Ana le sucedió algo extraño. Su madre llegó del trabajo cuando ella rompió el florero de la sala. Su madre entro a la casa enojada y la castigo dejándola encerrada en su cuarto y un mes sin celular. Ana azoto la puerta diciendo con enojo: ¡Ana, Ana, Ana! justo cuando su mamá la regaño. En ese instante ella regreso a la escena del florero y pensó: Ana de cadres mujer de metáfora viva. Dejo a un lado sus pensamientos y no siguió regando el florero porque sabía que lo iba a romper. Comprendió que después de todo tenia sentido porque su nombre es un palíndromo.

    1. Gael muchas gracias, el final con el palíndromo está muy bueno e inesperado pues recae el sentido fantástico de tu cuento en el nombre, tiene aires de realismo mágico, toma como muy normal el hecho de que lo sucedido inexplicablemente fuera por su nombre. Gracias

  6. Moneda de doble cara
    Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados. El doctor Juvenal Urbino, quien declaró muerto al esposo senil de Ana. No podía sentir lastima de tan bella criatura joven, que lloraba a lado de la cama. Sólo pensó: ¡Ah! Ana de Cadres, mujer de metáfora viva, te espera algo bueno. Al despedirse, ya sabían en qué hotel y habitación se encontrarían para dividirse la herencia. Ana nunca imaginó que el doctor le pagaría con la misma moneda, que ella a su difunto esposo. En el hotel antes de cerrar los ojos por última vez, vio al doctor salir de la habitación con el botín completo, de la mano de otra mujer.

    1. Diana, qué cambios va dando tu cuento en tan pequeño espacio, comienza con imágenes muy poéticas, y poco a poco al ir revelando los personajes su otro lado de la cara el mismo cuento se va enfriando hasta terminar con una frase igualmente fría. Creo que para que el giro sea más inesperado, no anuncies al lector lo que va a pasar, me refiero a la oración de «Ana nunca imaginó…» creo que el título te ayuda bastante y el final «cerrar los ojos por última vez» deja que el lector termine la historia a su modo, que es algo magnífico de la minificción. Gracias

      1. Oh si lo entiendo, creo que si se podría aumentar la intensidad con esos cambios, para que de mayor impacto, gracias!

  7. Profesía desgarradora de una madre

    Ana? Pero quién es Ana? No entiendo que pasa por tu cabeza mi niño, no eres más que un pobre desnutrido que nunca llegará a impresionarla. Ahora si que me has sorprendido! Te imaginas acaso tocando los sedosos cabellos de su perfumada cabeza? Compartiendo la vida con una sirena etérea y angelical?
    Ana de Cadres, mujer de metáfora viva… Quién eres tú para desearla? Su naturaleza divina jamás mirará mortal alguno.
    Sus ojos deslumbrantes y su delicada piel se extinguirán dentro de una lapida de oro.

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