Actividad #9 «Detonaciones microtextuales.»

Actividades de creación literaria para jóvenes y adultos.

Imparte: Deniss Guerra

Nuevamente muchas gracias por seguir participando con nosotros, ya estamos por llegar a nuestra primera decena de ejercicios, y dadas las circunstancias actuales parece que seguiremos un ratito más, pero podemos asegurarles que nosotros estamos muy contentos de recibir sus textos.

Como en algún momento les comentamos, parte de la idea de este proyecto es publicar textos seleccionados de cada actividad, y para ello, pronto estarán siendo contactados a los correos que registraron para hacer trabajo de taller con sus narraciones. En cuanto vayamos definiendo fechas y propuestas las haremos llegar a sus correos.

Mientras tanto, continuaremos con nuestras actividades. En esta ocasión nos compartieron una idea genial para trabajar la creación de textos, la adaptamos para poder realizar el ejercicio en la página. Les dejamos el video original de la idea que nos compartieron, para que sea más claro cómo realizar su cuento, pero también para que puedan hacerlo en casa.

Actividad #9

Instrucciones

Deberás escribir un cuento corto, utilizando los nombres de distintos libros de los cuales te dejamos las imágenes de la portada. Puedes utilizar el nombre completo del título o bien una o varias palabras. La regla es que tienes que usar todos los títulos, el orden depende de ti. Puedes agregar nexos, personajes o acciones si te hacen falta. Te recomendamos revisar el video para que sea más clara la instrucción. Y para seguir con un poco de lo que hemos hecho, deberás también agregar el título de una de tus obras favoritas. La selección musical de esta ocasión es folklórica, animada y nunca podemos evitar pararnos a bailar, por nuestra parte vamos a aprovechar que ya nos alcanzó el fin de semana.

Una variación para esta actividad, es numerar las portadas y lanzar dados para que sea el azar quien construya la narración.

No olvides:

  • Título
  • Utilizar todos los títulos de los libros en la imagen.
  • Agregar el título de una de tus obras favoritas.
  • No más de media cuartilla.
  • Fecha límite, domingo 26 de abril 2020, hasta las 23:59 hrs.
  • Subir tu texto a la sección de comentarios. (agrega cuál de las opciones de creación usaste, tu propio orden o el azar con los dados)
  • Firma con nombre o seudónimo.

Recomendaciones

23 Replies to “Actividad #9 «Detonaciones microtextuales.»”

  1. Bestiario familiar
    En un día de encierro de esta bestiaria vida, comenzaron los recuentos familiares.
    Compañeros todos de este circo de tres pistas, mi familia cuenta con un contador de historias, que no necesita palabras, sino números para contar fábulas al crepúsculo .
    También tiene al mago natural , que convirtió el espejo de Beatriz en otra cebolla de cristal .
    Están los mariachis asesinos ,que no mataron a nadie pero su música es más bien como lágrimas sonoras en la mirada del avestruz.
    También están los que callan, por ejemplo cuando les preguntan cuáles niños inundaron la casa , o quién le echó polvo rojo al pulpo en su tinta .
    Y todos ellos saben si soy o no soy la que hizo correr las lágrimas de Newton hacia arriba cuando le conté que Dios era un conejo .
    Ellos saben de mis confesiones , los que callan …. Y de otros silencios
    Utilicé mi propio orden y el nombre de uno de mis libros favoritos «cuando Dios era un conejo » :3

    1. Sam, muchas gracias, el título del libro que agregaste está genial y quedó súper bien en tu narración. No sé si te refieras con un día de encierro a este encierro en específico pero seguro que saldrán bestiarias vidas, quedaron muy bien acoplados los títulos. Muchas gracias

  2. Ni pena ni gloria.

    El espejo de Beatriz es de fábulas del crepúsculo, el mío, puras lágrimas de Newton en un circo de tres pistas, recuentos familiares y todo por no dejar esta bestiaria vida. Compañeros todos, los que callan, los otros silencios y los mariachis asesinos, no hay ni pena ni gloria en esta soledad, no hay brújulas ni llantos sonoros, en la mirada de avestruz cuya cabeza asoma entre el terregal. Los números para contar historias son mejores, ellos saben si soy o no soy, son como los niños que inundaron la casa, son un pulpo en su tinta y otras formas de morir. Contadores de historias, cebollas de cristal, les veo en el espejo de Beatriz que es mago natural y el polvo rojo con que entono mis mejillas.

  3. Androides que sueñan

    Los que callan y otro silencios saben si soy o no soy. Son brújulas sonámbulas de lágrimas sonoras, y como fábulas de crepúsculo, se levantan y sacuden su tinta y otras formas de morir. Son contadores de historias, no son compañeros todos, son los niños que inundaron la casa y me persiguen de noche y día, son ovejas eléctricas. Estoy grabado en su mirada de avestruz, no me olvidan, me buscan en su cebolla de cristal, se vuelven mariachis asesinos y convierten mis días en una bestiaria vida. No queda más que polvo rojo en este circo de tres pistas y solo mis lágrimas de Newton pueden a través del espejo de Beatriz ser naturales y otros abracadabras en los recuentos familiares.

    1. No agregué mi forma de redacción, fue con el orden que yo escogí, y el título de obra que agregué, fue ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
      Gracias, excelente actividad, me gustó mucho.

  4. Collage
    Ellos saben si soy o no soy, controlan las brújulas del destino. Ellos hicieron mi vida un circo de tres pistas. Antes maldecía al contador del destino, lo imaginaba como un pulpo en su tinta fraguando cada uno de mis recuentos familiares. Ahora sé que son ellos. Lanzan en mi vida una cebolla de cristal que se rompe y hace brotar lágrimas sonoras desde mi alma. Permitiéndome entender la relatividad del error y sentir pena por las lágrimas de newton. Entonces escucho la bestiaria vida de los que callan y otros silencios disfrazados de números para contar. Me transformo en el mago natural que clama ¡compañeros todos! y salta en el espejo de Beatriz, al mundo de las fábulas del crepúsculo. Para no recordar que unos niños inundaron mi casa. Ellos, hijos de los mariachis asesinos. Nacidos en la mirada del avestruz, comen y beben el polvo rojo de mis miedos.

    Utilicé el orden de los dados y mi libro fue «La relatividad del error»

    Arthur Dent

  5. Título: La cebolla de cristal
    Autor: Gael Velázquez Gómez
    La brújula no pudo encontrar nuestro regreso a casa. Sucedió en una noche de abril. Mi amigo me estaba contando que unos niños habían inundado su casa mientras el cocinaba un pulpo en su tinta cuando la tormenta nos asecho. Lagrimas sonoras nos comenzaron a brotar por el terror de no volver a tierra. Con mirada de avestruz contemplamos como la naturaleza nos desataba toda su furia y mi amigo que era contador de historias no pudo contar más sus anécdotas. Con números para contar fuimos contando los truenos y en total fueron veinte. Teníamos la cebolla de cristal que según la bruja que nos la dio nos iba a dar suerte en toda aventura pero nos mintió. Mi amigo estaba mas asustado que yo y en murmullo repetía: lagrimas de Newton que según después me explico que le ayudaba a olvidar el sufrimiento. Estábamos seguros de que nuestra aventura iba a estar en las fabulas del crepúsculo que es un periódico famoso de España. Nuestro barco se volvía loco con tantas olas y de la nada se generaron tres olas que parecía sacado de una película y di perdido a mi amigo que comenzó a decir cosas sin sentido como: circo de tres pistas, recuentos familiares, polvo rojo, bestiaria vida, compañeros todos y el mago natural. Lo traté de calmar pero no pude y siguió diciendo locuras. Recordé en ese momento el espejo de Beatriz que a mi amigo le servía para calmarse y se lo di pero no sirvió y dijo tres cosas que me hicieron temblar de miedo: Los que callan y otros silencios, ellos saben si soy o no soy y los mariachis asesinos. Las olas nos volcaron y no pudimos encontrar nuestro regreso a casa.

    Utilice el orden en el que fue publicado la actividad y mi libro fue: Robinson Crusoe que es una de mis obras favoritas.

    1. Gracias Gael, no sé si haya sido a propósito pero la frase inicial y la final son muy parecidas y me da una idea, o al menos una posible interpretación de tu historia: la única manera de que nos esté contando el personaje la aventura fallida es que lo haga estando muerto, es lo que imagino, que además es lo interesante de los microrrelatos, puede ser cualquier personaje, vivo, muerto, mágico o no, y es el lector quien va a terminar la historia. El nombre del periódico está buenísimo. Yo te recomendaría que hicieras de nuevo un ejercicio similar y que intentaras unir las frases, te comento porque veo que algunas las enlistaste pero a otras les diste toda una historia, como a la cebolla o al espejo. Me recordó un poco, no sé qué edad tengas, pero de chica jugaba con mis hermanas en los colchones, eran barcos y siempre nos arrastraba una tormenta, podría ser otra interpretación de tu cuento. Mucha gracias.

      1. Hola buenas noches, soy Gael y tengo 17 años y me gusto tu idea sobre los otros objetos que le di toda una historia, la verdad no lo esperaba pero muchas gracias por tu comentario y el personaje de mi cuento no esta muerto y de echo tenia pensado alargar la historia. Gracias por tu comentario me alienta a seguir creando historias 🙂

  6. Doce

    Recuerdo con lujo de detalle mi estancia en aquella realidad, éramos compañeros todos, a decir verdad unos exiliados y condenados a vivir estas fábulas del crepúsculo. En nuestras filas estaban unos niños que inundaron la casa, un contador de historias que para todo miraba sus brújulas, los despiadados mariachis asesinos, el magnífico mago natural, el muy canalla parecía pulpo en su tinta de tan salpicado que era y cómo olvidar a aquel pezaroso tipo que tenía la mirada de avestruz y cada día con sus méndigas lágrimas sonoras, lágrimas de cartón o bueno digamos que eran lágrimas de Newton, eran tantas, que se convertían en números para contar, en fin… hacia estremecer al que lo viera,
    – parece que está cortando otra cebolla de cristal- gritó mi compañera de la izquierda, aquella dama que se pintaba con polvo rojo y que hablaba a través del espejo de Beatriz, tan rara ella. Esta historia se está volviendo “corta”, dentro de estos re/cuentos familiares en aquel viejo circo de tres pistas. Me encontraba yo junto a los que callan y otros silencios, pero a ellos nunca pude mentirles, ellos sabían si soy o no soy, dentro de esta bestiaria vida no éramos más que unos cuentos peregrinos.

    ( para el cuento utilicé mi propio orden)

    1. Chino qué gusto leerte y poder escribirte respetando las reglas al menos por aquí, muchas gracias por participar, acomodaste muy chido los títulos, todos personajes complicados pero me parece que preparas al lector para ello desde el inicio con «Recuerdo con lujo de detalle mi estancia en aquella realidad», me parece que ya con eso nos dices que lo que viene no es de esta realidad. Y el final suena bastante fuerte «a ellos nunca pude mentirles» tomando en cuenta quiénes son ellos. La última frase me parece fabulosa, cierras conteniendo a todos incluso a ti en ser «unos cuentos peregrinos».

  7. Los ojos de watson
    Las historias contadas de la bestiara vida de los Watson, eran fábulas maravillosas; las cuales sabían que inundarían la casa de asombro, mientras comían pulpo en su tinta, que sólo era una combinación de pulpo y avestruz con cebolla picada finamente en salsa de habaneros. Con una brújula que señalaba tres pistas escogían la historia a contar. Todos se callaban y cuando hubiera total silencio, iniciaba la historia. Esta vez fue una triste que hacía salir las lágrimas. Llegando el crepúsculo, un polvo rojo hizó aparecer mariachis asesinos controlados mediante abracadabras del espejo de Beatriz, que le fue robado por el mago compañero del asesino serial más extraño. Buscaban a todos los familiares de Andy Watson, la mujer de los ojos grandes. Pues eran tan hermosos que el mago quería intercambiarlos por los ojos del perro siberiano.

      1. Diana fíjate que no me atreví a hacerlo con dados, me quedé con las ganas pero lo haré, ¿Qué tal la experiencia? Y bueno pues muchas gracias por tu cuento, qué buena la receta del pulpo con polvo y avetruz, cebolla finamente picada y habaneros, es bien interesante como a pesar de que los títulos eran los mismos para todos, cada uno armó una historia súper diferente. Y qué onda con el final, los ojos del perro siberiano, está bien interesante porque además tienen ojos bien padres, y si no me equivoco suelen tener heterocromía. Muchas gracias

        1. Diálogo con la Bestiaria Vida

          Lágrimas sonoras Bestiaria Vida… qué acaso en la mirada del avestruz no habrá más que pulpo en su tinta?
          Polvo rojo, eso es lo que han visto los que callan el silencio contando historias y fábulas al crepúsculo a través del espejo de Beatriz.
          Respóndeme Bestiaria Vida… será verdad que no los recuentos familiares son capaces de guardar las lágrimas de Newton en cebollas de cristal?
          Unos niños destrozaron mis ilusiones inundando la casa de mis sueños porque no saben si lo soy o no lo soy y sé que tú lo sabes, tú sabes que lo soy Bestiaria Vida, soy un mago natural buscándo con una brújula truncada el circo de las tres pistas, soy un mariachi asesino bajo el mar y sin salida, pero ya nada me importa porque sé que la única compañera de este corazón de tinta, a pesar de que los números dejen descontarse y las palabras de leerse serás tú y más que tú querida y despreciada más que odiada, depravada Bestiaria Vida.

  8. Casa Tomada
    El universo casi siempre funciona de una manera muy racional, pero en esta bestiaria vida hay veces en que las leyes de la probabilidad juegan con nosotros al mando de una brújula averiada que empaña el espejo y sacude el polvo rojo de nuestro visor de la curiosidad. Hoy por primera vez contaré una historia que quizá sucedió o no sucedió en nuestra realidad, así que presta atención: todo comenzó con los niños, compañeros todos, que inundaron la casa, tras cortar una cebolla de cristal (que yo había adquirido en el circo de tres pistas) comenzaron a llorar lágrimas no Newtonianas que al caer resonaban como pequeña nota musical, se asustaron tanto que comenzaron a llorar de verdad, la casa se inundó a tal grado que las mascotas acuáticas salieron de su jaula de cristal, incluyendo Rogelio el pulpo monópodo remojado en sus 8 tintas. La situación se salió de control que tuvo que aparecer el mago natural con su mirada de avestruz, reconocido por ser un buen contador de historias, les recitó un par de fábulas del crepúsculo, 4 cuentos y recuentos familiares, les dio números para contar hasta que los niños dejaron de llorar como mariachis asesinos (si nunca haz escuchado llorar a un mariachi asesino imagina a un caracol gritar). Al final es tu elección creer o no creer en esta ficción, sólo ellos saben si soy o no soy o si hay más verdad en los que callan los silencios. Fin.

    1. Ajelet cámate pofavor, ¿nos quieres contar un cuento o no? Pero está bien, decidimos sí creer. Están muy interesantes los juegos que haces con los títulos, me parece que los apropiaste, los cortaste, les agregaste, como el caso de las lágrimas no Newtonianas, por poner un ejemplo. Armaste unas imágenes padrísimas como la de la curiosidad. Me gustaría invitarte a que hicieras el mismo ejercicio pero con un texto más breve, creo que por como compones las ideas saldría algo muy chido. Y bueno que te digo de casa tomada, Julio es Julio. Muchas gracias

  9. Pequeños cientificos.

    Con lagrimas sonoras unos niños inundaron una casa. Querian, con el circo de tres pistas metodologicas, hacerse magos naturales. Compañeros todos, a su reunión llevaron calculos y numeros para contar. Tenian esperanzas de resolver lo que algunos callan y otros silencian. Uno llenaba la muestra de polvo rojo para despues pasarsela a otro integrante, que con el espejo de beatriz «el microscopio más potente» obsevaba tan atento, como la mirada de una abestruz, el comportamiento de la muestra; Mientras alguien mas, como si fuera un oyente interesado en plasmar las platicas de un contador de historias, anotaba lo que se decia sobre los posibles avances de la investigación.
    Pasaron dias, meses, quiza años. Absortos en dar una explicación empezaron a llevar bestiaria vida pero el vidrio del microscopio se hizo una cebolla de cristal porque parecia que irritaba los ojos y las actitudes de los magos naturales.
    Al fin, no supieron que hacer. A todos les salieron lagrimas de newton por no llegar nada, causando el diluvio del principio.
    Ya hecho la casa un mar, rapidamente tomaron para apoyarse objetos que flotaban. Unos sombrerosy unos instrumentos que decian propiedad de «Los mariachis asesinos» fueron sus salvavidas. Sin mas, como si fueran ellos una brujula que indica donde esta la tierra firme, se dirigieron a un mobiliario alto donde esperarian a que se fuera la inundación por el drenaje.
    En ese tiempo contaron para entretenerse fabulas del crepusculo, re/cuentos familiares e inventaron un juego que llamaron «ellos saben si soy o no soy».
    Cuando ya habia desaperecido el agua, vieron salir su investigación. Como si aun pulpo en su tinta lo hubieran exprimido, todo estaba manchado, arruinado.
    Los niños se alarmaron se habian adentrado en su papel que no vieron todo lo que habian hecho.
    De forma acelerada limpiaron la casa antes de la llegada de sus padres, acordaron no tomarse tan enserio sus personajes y decidieron mejor para la proxima contarse historias.

      1. Uriel qué sorpresa, qué linda historia, y tengo que decir que tus cuentos han ido mejorando desde la primera vez que llegaste al taller. El final es hermoso, y creaste unas imágenes muy lindas, «con el circo de tres pistas metodológicas». Esta frase es curiosa, «causando el diluvio del principio» se refiere supongo al inicio de tu relato, que en efecto comienza con que inundaron la cosa con lágrimas, pero al mismo tiempo da la referencia de diluvio bíblico del inicio de los tiempos. Te recomendaría que sí le echarás un ojito a la ortografía, las ideas son muy buenas solo hace darles una manita de gato en la presentación. Muchas gracias Uri de verdad una sorpresa y gusto.

  10. El tiempo se detuvo
    Era necesario esperar, he tenido dentro toda mi bestiaria vida, un contador de historias; así que no me ha importado esperar a que el polvo rojo se disipe, a que se vayan los mariachis asesinos. No sé si ellos saben si soy o no soy. Creo ser un mago natural, puedo estar en la mirada del avestruz; mi mente es un circo de tres pistas: Tengo números para contar, recuerdo cuentos familiares, me cuento a mí mismo fábulas del crepúsculo y aún tengo espacio para pensar en las lágrimas de Newton y otras cosas relevantes pero abrumadoras y que podrían volverme loco; como por qué no podemos dejar al pulpo y a su tinta en paz, en el océano que es donde pertenece; o por qué unos niños inundaron la casa en la que crecieron.
    Y si somos compañeros todos, por qué no hemos logrado encontrar las brújulas que nos lleven finalmente a nuestro hogar. Buscando respuestas observo mi pálido reflejo en el espejo de Beatriz; casi no logro reconocerme, tengo que buscar otra cebolla de cristal que me haga derramar lágrimas sonoras para recordar que sigo aquí y sentirme vivo, para reconocer un destello mío en ese rostro.
    Soy de los que callan, también de los que aprecian los silencios; así que cuéntame tus sueños, estarán a salvo en esta mente que no se detiene ni un instante.
    Lo hice con mi propio orden.
    Turquesa

    1. Turqesa qué gusto leerte de nuevo, qué genial tu frase de «mi mente es un circo de tres pistas» es como darle esa multiplicidad que sabemos que tiene, una complejidad magistral. Acoplaste muy padre los títulos de los libros, como el buscar una cebolla de cristal para derramar lágrimas sonoras. ¿Qué te ha parecido la actividad? Y muchas gracias por seguir escribiendo.

  11. Lomos literarios

    El mago natural miróse al espejo y escuchó; los que callaba y otros silencios; compañeros todos; bailando en un circo de tres pistas la tonada de los mariachis asesinos.

    «Ellos saben si soy o no soy» se repetía; está en los re/cuentos familiares, en los números para contar, en las lágrimas de Newton y en las fábulas del crepúsculo. Esta en el Bestiario de mi vida, amigos, mascotas; compañeros todos.

    Ahora es polvo Rojo, sólo otra cebolla de cristal, son Brújulas desorientadas que me observan, en la mirada de avestruz; hipnótica. Caen del alma lágrimas sonoras sobre el papel, dibujando un pulpo en su tinta y otras formas de morir, como niños que inundaron la casa.

    Víctor Hidmann

Comments are closed.