Actividad #11 «Detonaciones microtextuales»

Actividades de escritura creativa para jóvenes y adultos.

Imparte: Deniss Guerra

Gracias por seguir escribiendo y seguiremos invitándolos mientras continuemos con el encierro e incluso si les interesa, después de eso, porque a decir verdad ya vemos que hay un pequeño grupo que actividad con actividad está al pie del cañón participando.

En esta agregaremos una recomendación musical que nos hicieron en un cuento anterior, y recordarles que así como las recomendaciones de música, si quieren recomendar alguna actividad con gusto la podemos adaptar al blog, como el caso de los títulos de los libros.

La siguiente actividad ya la conocen, es una de nuestras favoritas, pero le vamos a dar un giro.

Actividad #11

Instrucciones

Deberás escribir una minificción con las imágenes de los dados, en caso de que no se puedan ver bien aquí te decimos qué son, un barco, un cigarro, un faro, un teléfono, unos billetes y un punto o un uno. Recuerda que puedes utilizarlas tan concretas o abstractas como quieras, por ejemplo tal vez en lugar de que sea un barco, usarlo como un viaje a través del óceano, o el caso del punto, que puede ser un «uno» como en los dados reales o hasta un lunar. La regla es usar todas las imágenes, y en la actividad anterior con los dados la narración tenía que estar situada en nuestra actualidad de contingencia sanitaria, en este caso la situación tendrá que ser el primer día después del encierro.

La otra regla que añadimos a esta actividad es que el título debe tener mínimo siete palabras.

Te dejamos la imagen de la tirada de dados y las recomendaciones.

No olvides:

  • Título de mínimo siete palabras.
  • No más de 100 palabras para la narración (traten de no pasar las 100 palabras, el título no cuenta en estas cien).
  • Usar todas las imágenes de los dados ( un barco, un cigarro, un faro, un teléfono, unos billetes y un punto o un uno).
  • Situación de la narración, el primer día después del encierro.
  • Subir tu cuento en los comentarios.
  • Límite, domingo 3 de mayo hasta las 23:59 hrs.

Recomendaciones

15 Replies to “Actividad #11 «Detonaciones microtextuales»”

  1. Quise levantar el teléfono y llamarte pero…

    Nuevamente sonó el teléfono del faro. Contesté pero no había ninguna voz del otro lado. Aún asi, entendí perfectamente la nueva consigna, iluminar hacia el Oeste-suroeste por una hora exactamente, a la 1:11 AM.
    A la una de la mañana en punto, apareció al este un barco, su mastíl principal ostentaba un enorme billete de dolar australiano como vela mayor. Once minutos después iluminé en la dirección indicada, el barco del dolar navegó en esa dirección y al tocar el haz de luz del faro, desapareció. Iluminé hasta las 2:11 y dejé que el faro siguiera girando.
    ¿Podré llamarte ahora?

    1. Gracias Horacio, ja ja ja te diré como en el famoso y estridente anuncio de hace años, «HÁBLELE». Muchas gracias por el esfuerzo de la brevedad. Todo el texto es como un código que cada uno al leerlo puede descifrar. La vela está genial. Gracias

  2. Reencuentro después del tiempo de cuarentena en los faros desinfectantes

    Desperté cuando retiraban la venda que cubría mi cabeza; al sentir la luz, aún veía borroso por puntitos oscuros que nublaban mi vista. El infierno había acabado. Lo primero que pensé fue en llamar a mi esposa; recuperando mis fuerzas salí corriendo hacia un teléfono para poder comunicarme con el otro faro de las mujeres, revisé mis bolsillos para pagar la llamada, solo encontré un cigarro, el cual intercambié por monedas. Al fin me contestó, dijo que tomaría el barco 2030 para salir de la isla y nos encontraríamos en el puerto. Zarpamos, todos ansiosos por reunirnos con nuestras familias.

    1. Diana muchas gracias y que triste, tiene tu cuento un aire de tristeza, en efecto también de esperanza y alegría, pero imaginar que había faros para hombre y mujeres, intercambiar cigarros por monedas siquiera para una llamada, salir de la una isla, uff ¿hasta qué punto nos llevaste en la pandemia? Ja ja. Muchas gracias y genial el título.

  3. El “ring” del eterno domingo anuncia su final
    Suena el teléfono, corro pasillo al fondo y los cuadros comienzan a seguirme el paso. Sigue timbrando, es el faro que ilumina sin luz este corredor que no termina. En segundos todo es opaco. Suena y no encuentro la habitación, me guío por el sonido a través de esta cubierta desconocida, no hay mástil que me sirva de mirador, no hay vela que me lleve al viento. De una puerta se escapa el tabaco en humo, entró, el teléfono ya no suena, cuelga del resorte señalando las seis en punto. Han vuelto las alarmas, dice Hugo fumando en mi almohada.

    1. Flaca, en efecto para algunos ha sido un eterno domingo, otros no corremos con tanta suerte 🙁
      Tu cuentito es todo un sueño caótico y acelerado como son los sueños, y qué lindo y triste final, triste por las odiosas alarmas ya funcionando en la vida cotidiana. Gracias y bien con el título.

  4. Capítulo 41 que narra la falsa distopía
    “Navegar es preciso”, irse, dejar por fin el encierro, reunir unos billetes y abandonarlo todo, también el teléfono que tercamente insistía en recargar cada vez que se agotaba la estéril batería.
    Partir sin tener un punto de llegada, sin faro que guíe, solo irse a cualquier lugar.
    Así imaginaba Liborio el primer día después del largo encierro del que perdió la cuenta cuando fumó el último cigarrillo. Lo que no imaginó Liborio era que ese viaje ya jamás terminaría y tampoco habría nunca un retorno, solo el recuerdo de un lugar donde nunca estuvo.

    1. Kika, muchas gracias por escribir. Qué interesante momento el de perder la cuenta después de fumar el último cigarrillo, me parece que se vuelve súper relevante en la historia de Liborio, un antes y un después de cómo percibía el tiempo. Está bien reflexiva tu narración, definitivamente el lugar al que volveremos no será en el que estuvimos. Gracias y vientos con el título.

  5. Titulo: Libertad encerrada
    Autor: Gael Velázquez Gómez
    Andres despertó en medio del sudor a mitad de la noche. Acabó de soñar que el viajaba en un barco con un cigarro encendido persiguiendo el faro a lo lejos que estaba en la isla y le perseguían unos tiburones verdes como unos billetes. La luna era un punto que iluminaba la oscura inmensidad celestial y cuando la vio una ola lo volcó mientras los tiburones lo devoraban. Cuando Andres se despertó los días de cuarentena se habían acabado y su iphone le recordó que tenia que ir al trabajo pero ahora tenia miedo de salir y no pudo salir de casa.

    1. Gael, muchas gracias. Me gustaron los tiburones como billetes, es justo el tipo de sinsentidos que uno encuentra en sus sueños. Y qué real tu final, me parece que el encierro y el distanciamiento sí nos están haciendo de alguna manera, tenerle miedo al mundo. Además, no sé si fue intencional, pero el hecho de ser comido por tiburones billetes es una forma de decir el caos económico que se viene encima de muchos. Muchas gracias, solo me quedas a deber 5 palabras en el título.

  6. Marginado en el mar
    Sarpe en un barco, lo compre a un marinero por un par de billetes. Le di mas de lo debido para que me marcara por telefono cuando todo mejorase. Ha pasado tiempo desde que observe el faro de la vahia y el punto de su luz desaparecer cada vez que me acercaba a altamar.
    Prologanda soledad hace alterar mis nervios; he vaciado cajas de cigarrillos para mantenerme tranquilo pero al fin ¡Soy libre del temor por el cual me aparte del mundo! He recibido la llamada de que el coronavirus ha desaparecido. Ahora felizmente retorno a tierra firme para seguir mi vida cotidiana.

    1. Uriel, tienes una forma muy divertida de crear situaciones como con aire de imposibilidad y sinsentido, está muy padre que de forma muy «normal» escribas que pagaste un poco de más para que te hablaran. Me gusta cómo utilizaste el punto. Y el final, pues va a estar complicado que el pobre personaje se encuentre con una vida cotidiana, quién sabe cómo va a ser la cotidianidad después de esto. Muchas gracias. Dos notas: me debes tres palabras en el título y de nuevo échale un ojillo a la ortografía, hay algunas palabras sin acento, y bahía está mal escrito. Pero bueno te dejo a ti que le des la revisada. Muchas gracias.

  7. Fumaradas de humo mental en situación actual

    “Encierro… ¿qué hay peor que el encierro?” – reflexionaba un hombre meditabundo dándole esporádicas fumadas a su cigarrillo que amenazaba por consumirse. “Dinero” eso era todo lo que necesitaba en una clase desigual donde lo que deseaba se veía limitado por normas impuestas por una supuesta enfermedad. Necesitaba salir, huir, dejar esa confusa realidad sin terminar, adentrarse en las olas del mar llegando al faro que ilumina su consciencia y descubrir ahí dentro que para tener su libertad no necesita más que una pisca de valor y un poco de creatividad, tomó el teléfono, marcó un número desconocido y dándose una bofetada de pilón, puso punto final a su aflicción.

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