1. La máquina de Euclides.

   La ecuación era clara. El primer evento tendría lugar exactamente en el quinto intervalo de la secuencia. El sudor corría por su frente, sus ojos se tornaron oscuros, era la vida o la muerte. El número no aparecería, él tendría que determinarlo, calculando detenidamente cada instante. Después, en la sigueinte secuencia, entraría una nueva variable y la ecuación se habría complicado. Una secuencia más, el número inexistente, el intervalo exacto, click. Silencio. Una mano invisible apretaba su cuello. La vida lo abandonaba.

   1. L A M Á Q U I N A H A T O M A D O U N A L M A M Á S . . ..

   2. Lucio, lograste muy bien construir una atmósfera de terror, creas suspenso, me parce, es una propuesta, ya sabes la última palabra la tienes tú, la frase final «la vida lo abandonaba» creo que le resta un poco de ese suspenso y final abierto que queda sin la frase, hasta «una mano invisible apretaba su cuello». Hasta allí, nos dejas en la incertidumbre de qué va a pasar. Los términos matemáticos los usaste muy bien logrados. Muchas gracias

2. El error categorial dentro del estructuralismo

   – ¿Algunas palabras de despedida?
   -¡Por favor! ¡Detente! ¡Ella no tiene la culpa!
   -Eso debiste calcularlo antes de violar nuestros axiomas.
   -¡Por favor! ¡Ella no! ¡Haré lo que me pidas! ¡Te daré lo que quieras!
   -Tranquilo, sólo cuídate y recuerda, no salgas del conjunto, hay operadores con malas intenciones que sólo querrán restarte valor o sumarte algún problema.
   -¡Perdóname! ¡Perdóname por favor!
   -Entiéndeme, mi función es protegerte, tú has venido de mi matriz y mi dolor sería infinito si algún día te redujeran a cero. Yo también fui joven e irracional, también traté de ignorar los límites, pero encontré mi valor y ahora te toca a ti.
   -Suficiente.
   -¡Noooo!

   Athur Dent

   1. Arthur, genial el cuento, está para descifrarlo, pero logras unas imágenes muy lindas como, «eso debiste calcularlo antes de violar nuestro axiomas», «si algún día te redujeran a cero». Quiero creer que tu tema fue amor. Hay personajes interesantes incluso, los operadores por ejemplo. Y el título, me recordó tanto a mis clases de filosofía analítica jaja, me encantó. Muchas gracias.

3. Geometría del placer no euclidiano

   Un beso se transforma en el recorrido distraído de mi lengua viajando desde tu espiral de Fibonacci paralelamente hasta tu cuello, la magnitud del deseo crece en un esfuerzo irracional y complejo que eleva tu tangente hasta su entropía máxima. Mientras ocurre una tensión entre lo finito y lo infinito recorro tus aristas, tú mis ángulos yo tus rectas, y en el momentum de la mecánica de tu cuerpo la inercia de fuerzas paralelas incrementan su frecuencia rompiendo la barrera del sonido hasta la cúspide de la locura matemática. Nos volvimos seres finitos, inciertos e irracionales que se convirtieron en dos puntos con diferentes coordenadas que por primera vez ocuparon el mismo espacio cartesiano.

   1. Ajelet, qué intenso texto, genial, qué matemáticas tan entregadas y pasionales. Usaste muy interesante los términos, sustituiste partes del cuerpo, acciones por esos términos matemáticos. Desde el título le das un toque erótico muy interesante. El final es hermoso, toda la frase, «Nos volvimos seres finitos, inciertos e irracionales que se convirtieron en dos puntos con diferentes coordenadas que por primera vez ocuparon el mismo espacio cartesiano» UFFF. Muchas gracias

4. Dificultad al unir dos lineas en sus vertice

   Una linea recta, parada en el suelo hace un angulo de 90°. Otra linea corre hacia el perpendicularmente y se detiene paralelamente enfrete de él.
   – ¿Y si hacemos algo creativo?
   * ¡No!
   -¿Una figura?
   *¡Te he dicho varios dias seguidos que No!
   – Almenos me das un abrazo.
   * ¿Para que?
   – Haber si asi se te quita lo amargado.
   * puff… con tal de que te vayas rapido.
   La linea se inclino en angulo de 45° y logro abrazarlo.
   La otro linea le gusto ese cariño.
   – ¡Ya vez como es genial hacer figuras, hemos hecho un triangulo amoroso.

   1. Uriel, qué lindo texto, muy divertido. Interesante como usas la última frase para darle otro sentido a «Triángulo amoroso» uno literal y divertido. Por allí hay algunos detalles, por ejemplo, al inicio hablas de una línea recta, parada hace un ángulo de 90, y después dices que otra corre perpendicularmente hacia él, pero me queda la duda, correo a la línea, sería hacia ella, o esta en caso de no querer usar ella, o corre hacia el ángulo, si fuera está última entonces el «él» tendría más sentido. Lo mismo sucede casi al final, «la otro línea». Muchas gracias Uriel.

5. El exacto cálculo cósmico de una intersección

   Al finalizar la función, ambos términos tomaron sus respectivos conjuntos. El cociente de aquella noche resultó de intersecciones accidentadas y poco probables rompiendo todo teorema. Entre las butacas oscuras del teatro, una simple traslación de su figura sobre la recta invisible del espacio llevó su mano en tangente tacto sobre el hombro de él y las variables oscilaron descontroladas, las paralelas se perpendicularon, las incógnitas claudicaron. Los icosaedros de su existencia, esas veinte vidas que les existían formaron el colorido teselado que cubría el teatro en otra dimensión espacio temporal. Ella salió del brazo del prometido y él negaba a costa de moral el cociente axiomático de aquella intersección.

6. Valores Relativos y Absolutos: Teorema de sucesión aritmética del coeficiente de placer
   Algoritmo, fracción mixta, operación inversa, coeficiente del placer, cuadriláteros y curvas asimétricas, viajar hasta la apotema de tu ser, encontrar el mínimo común múltiplo y sentirte estremecer, caricias variables, numeradores y denominadores al cubo, líneas perpendiculares y paralelas, rectas y semirrectas, segmentos, diagonales. Descubrir la incógnita en tu rostro, meterse a las abscisas de tu corazón, vectores y ángulos, encontrar tu hipotenusa y sumergirme en el teorema de tu ser. Probar cada una de tus aristas, porciones y proporciones, conocer la profundidad, longitud, altura a la perfección, conocer cada uno de tus axiomas y saber que cada uno de tus monomios y polinomios, oh Hipérbola, se recrean en la hipótesis de la unión de las bisectrices de los intervalos de tu corazón.

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