Actividad #2 «Taller de detonaciones microtextuales»

Actividades de creación literaria para jóvenes y adultos.

Imparte: Deniss Guerra

Qué buenos textos recibimos en la Actividad #1, así que ya viene la siguiente, checa las instrucciones, escucha nuestra recomendación y sube tu texto en la sección de comentarios.

Actividad #2

En el taller presencial hicimos un ejercicio similar y los textos que generaron los talleristas fueron geniales, a ver cómo nos va con este nuevo reto:

Instrucciones

Deberás escribir una minificción donde el objeto principal sea un babero, ¡Ojo! la regla más importante es que no puede ser lo que conocemos como babero, por ejemplo, podría ser un gafete o una corbata, (ninguno de los ejemplos anteriores pueden utilizarse). Te dejamos una imagen para inspirarte, los requisitos y recomendaciones musicales para acompañar tu momento de creación.

No debes olvidar:

*Título

*Firma con nombre o seudónimo

*No más de 150 palabras

*Tienes hasta el día domingo 29 de marzo a las 23:59 hrs.

*Agregar el texto en los comentarios

Recomendaciones musicales

22 Replies to “Actividad #2 «Taller de detonaciones microtextuales»”

  1. Despistada
    Tenía que llegar temprano, así que salí corriendo con mi bolso favorito y una bufanda para combinar, pero al llegar al auto tuve que regresar a la casa pues no tenía con qué quitar el seguro, sólo pensé: ¡Diana, tenías que olvidar lo más importante!, entré a la casa, subí de nuevo las escaleras, busqué en el abrigo que use el día anterior, debajo de la cama, en el alhajero y nada, hasta fui con Moli quien se encontraba con la niñera, busqué entre sus peluches y chequé que no se lo hubiera puesto en el cuello, desesperada baje y revisé en mi bolso según yo por segunda vez y ahí estaba el maldito babero, casi lloro por no encontrarlo pero al fin encontré el babero y con él pude entrar al carro y encender el auto con normalidad para llegar al trabajo a tiempo.

      1. Si pareciera una rutina jajaja más cuando en realidad estas apurada, que no tienes como los cinco sentidos al tanto de lo que pasa.

    1. Muchas gracias Diana, ese babero creo que todos los perdemos más veces de las que quisiéramos.

      1. sí creo que si, o cualquier otro objeto importante, me divertí escribeindo, ¡muy buenas actividades!

  2. Era tarde para llegar al evento. Ya aseado, me faltaba vestirme y arreglarme. «¡Si estoy listo en menos de 5 minutos y doy duro al acelerador si llego! Apresuradamente me pongo el smoquin, hato mis zapatos, guardo algo en el bolsillo que puedo ponerme en el camino y al momento de verme al espejo para peinarme veo me falta algo ¡La corbata de moño!
    No le doy importancia. Rapidamente termino de arrelarme para después burcarla. «¡¿Dónde esta?! ¡¿Dónde condenados esta?! Volteo la casa y no la encuentro, voy a la cocina donde esta la niñera que esta apunto de dar de comer al bebe.
    Entonces sin ver, por las prisas y quiza la presión. Siento en la mesa una textura de un lazo ¡Aleluya al fin lo encontre! Y corriendo sin prestarle atención a los griterios repentinos de la niñera, Me subo al auto.
    ¡Que humillación al llegar a la fiesta, todos se burlan de mi al tener puesto un babero en vez de una corbata de moño que ¡para colmo! me di cuenta la tenia guardada en el bolsillo!

  3. ¡Eureka!
    El juego favorito de la pequeña Sara era ponerse su bata rosa y fingir que era investigadora como su mamá. Se tomaba muy enserio su papel, estaba decidida a encontrar la casa de los microbios. Su mamá le había enseñado que debía lavarse las manos porque los microbios vivían en la tierra y la podían enfermar. La llevó al microscopio de casa y se los mostró. Sara quedó sorprendida e intrigada, para ella eran como personas. Su mamá intentó explicarle que no eran como nosotros, pero desde entonces busca perros diminutos y autos que no se pueden ver.
    Un día le llevó una poco de agua de lluvia a su mamá, para verla al microscopio. La doctora Elisa no daba crédito a lo que veía, era un babero diminuto. Y mientras su mamá estaba fuera de sí, Sara celebraba que había encontrado la ropa de los microbios.

    Arthur Dent

  4. Título: El babero mágico
    Autor: Gael Velázquez Gómez
    En una noche glacial de otoño, una bruja cosía un babero en su cabaña del bosque. El objeto absorbió el poder de dicha bruja y poco después ella murió. Muchos años después en donde estaba la cabaña construyeron un asilo. El babero apareció en el asilo y lo tomaron como cualquier otro, una tarde a la hora de almorzar ocurrió algo inesperado. Un anciano se hartó de esperar a que le pusieran su babero, fue a la cocina y tomo el que estaba colgado en el tendedero. Cuando se lo coloco sintió su cuerpo extraño, lo sintió nuevamente lleno de energía y de la nada se convirtió en un bebe.

  5. Sin título
    7 de enero de 1942 el ejército de la Alemania Nazi está a punto de entrar a Moscú, capital de la URSS y sinónimo de vitoria, aprestan sus armas para la batalla y se dan cuenta que olvidaron sus baberos, no alcanzan aún a asimilarlo, cuando el ejército ruso ya está sobre ellos, todos con baberos reforzados e impenetrables, no tienen protección antibalas, la Alemania Nazi pierde la batalla y comienza su zozobra.

    1. Muchas gracias Rey, qué genial el uso que le diste al babero, completamente fuera de su contexto, reescribiste la historia del desenlace de la Segunda Guerra Mundial.

  6. Tenedor
    Los adultos son humanos complicados, no saben sobrellevar su realidad por ello se dotan de dos elementos que facilitan su existencia: un babero y un tenedor, el babero, aquel retazo de tela en forma de media luna fabricado con algodón de Timbuktú, funciona de una manera muy simple, durante el día uno escribe en él aquello que desea no olvidar como un cumpleaños, una palabra, una dirección, el número de veces que le han dicho «te quiero» y las veces que le han roto el corazón. A pesar de los esfuerzos el adulto humano no puede contener todo su universo en un trozo de algodón por lo que eventualmente recurre al segundo objeto con pequeña obstinación

    1. Ajelet, muchas gracias, creo que nos harían faltan miles de baberos para contener nuestro universo, pero al parecer somos optimistas en querer hacerlo en solo uno. El tenedor a decir verdad me aterró un poco.

  7. Amarillentos y polvientos
    En una cajita de madera, La tiznada guarda un tesoro olvidado de la humanidad, a letras en tinta de máquina, amarillentos y polvientos, cientos de baberos de amor que ha ido recolectando de aquí y de allí, baberos de amor en tiempos de guerra, de madres a sus hijos, de poetas a amantes, y cada uno de-para la inexistencia del tiempo y la distancia.

  8. Gatitud

    Daniel Mocencahua

    Ahora puedes comer. Tengo lista tu papilla y ya no harás un desastre si consigo algo para mantenerte limpia. Todos los vecinos me han felicitado por lo bien que te ves, nutrida y nada desaliñada.

    Usaré está playera, en fin, si no se ensucia te la puedes quedar puesta.
    Vamos, Karen, ¡usa la poca inteligencia que te queda para comer un poco!

    Desde que ocurrió el evento y ustedes los humanos se volvieron más idiotas y los animales más listos, cuidarte ha sido uno de mis pasatiempos. A fin de cuentas los gatos siempre hemos sido sus amos.

  9. Enjuiciado.
    Tenían todas la evidencia necesaria. El asesinato había ocurrido a las 4:22 am, un babero de gracia, en la frente. La escena era grotesca, tres individuos, reconocidos uno por un fragmento de diente, otro por un esmalte de uñas, el tercero aún no es reconocido. Había tres baberos más en la escena, les escurrían restos de lo que parecían sesos y sangre. En la ropa del sospechoso se encontraron envolturas de baberos rusos, de contrabando, calibre .35mm especial. Vladimir Novinko, además, tenía sangre en el cuello cuando fue aprehendido, la mañana del asesinato. Su única defensa durante el juicio de tres días fue: «Jamás comían ordenadamente. Hacían un tiradero»

    1. Olga bienvenida, no habíamos tenido el gusto de leerte y qué gran cuento, genial tu imagen de «un babero de gracia, en la frente», además es un cuento disfrazado en una nota roja. Muchísimas gracias, ojalá podamos leerte de nuevo en otra actividad.

  10. Escalofrío de la emoción

    Avanzaba con la mirada triste, perdida, observando a todos lados, sus pensamientos lo atormentaban… lloraba en silencio por no haber podido evitar que sucediera, pero ese día y había pasado y no había nada que hacer al respecto. No hay nada más terrible que justo en el momento perfecto, tocando sus manos, mirándola a los ojos, expresando más que un amor incondicional con la mirada, sentados frente a frente en una habitación acogedora con una taza de café junto a ellos, el azúcar al otro lado y la cuchara junto a la taza, enamorados el uno del otro a punto de declarar el sentimiento que transformaría todo ello en inmutable y eterno… nada más terrible que del cielo se callera ese mugroso barbero estallando en mil pedazos destrozando al mismo tiempo bla relación por sentir un escalofrío de la emoción.

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