Un enemigo no tan silencioso

     Es un día como cualquier otro, comienzas tu rutina como habitualmente haces, te levantas y te preparas para ir a la escuela o al trabajo. Cuando menos lo esperas, miras la hora y caes en cuenta que se te hace tarde, de inmediato subes al auto (o tomas el transporte público), y emprendes tu travesía.

Por fin, logras salir de tu barrio, pero justo al llegar al zócalo, te encuentras con el enemigo indiscutible de la puntualidad: el tráfico. La desesperación se apodera del ambiente, observas a tu alrededor y te das cuenta de la angustia reflejada en la cara de las personas atascadas contigo en aquel escenario, se llegan a escuchar gritos de aquellos y aquellas que han perdido la paciencia. No han pasado ni 10 minutos y los estragos de la situación comienzan a hacerse presentes; la angustia ya no es una opción.

Se escuchan uno, dos, tres, cinco, diez cláxones de diferentes automóviles, volteas a tu derecha y resulta inevitable no percatarse del sonido que emite aquella gran bocina ubicada justo afuera de la tienda de zapatos que anuncia las más llamativas ofertas del mes a un volumen estruendoso, el ruido se convierte en protagonista de aquella escena. Tu celular suena pero no lo encuentras, pierdes la llamada pero la persona que llama no cesa los intentos, vuelve a sonar, comienzas a estresarte hasta que por fin lo encuentras dentro de tu mochila, demasiado tarde. Miras al frente y te das cuenta de que esa pesadilla llamada tráfico comienza a disolverse junto con los gritos, las bocinas de los coches y la música de aquella tienda de zapatos. No te queda más que ignorar el teléfono, avanzar y continuar tu trayecto.

 Quizá esta situación no se encuentre tan alejada de la rutina que se vive día con día. Vivimos en la época donde la inmediatez es inherente al estilo de vida y llega un punto en el que estamos tan concentrados en conseguir todo más rápido y sencillo, que no nos damos cuenta de lo que pasa a nuestro alrededor.

Actualmente, los problemas relacionados con el medio ambiente se han visto agravados por la indiferencia de nosotros los humanos, sobre todo cuando se habla de contaminación, pero, ¿pasaría igual de desapercibido si realmente estuviéramos conscientes del daño que no solo afecta al planeta, sino que también a la salud de las personas?

El sonido se ha vuelto esencial en nuestra vida, además que con la llegada de la era tecnológica, este ha retomado un papel sumamente importante, ya que no podríamos imaginarnos ver nuestra película favorita sin ese soundtrack maravilloso, o escuchar aquella pieza de Debussy que tanto nos conmueve. Pero algo sucede cuando lo que llegan a percibir nuestros oídos ya no es un sonido, sino ruido. La interrogante aquí es saber ¿qué es exactamente el ruido?

Eduardo Muscar (2000) en su artículo “El ruido nos mata en silencio” perteneciente a la revista Anales de Geografía de la Universidad Complutense, cita a René Chocholle (1964) para definir el concepto de ruido de manera más completa:

“el ruido es un fenómeno acústico productor de una sensación auditiva desagradable, y en su aspecto físico es un sonido, y son las circunstancias subjetivas de los receptores quienes determinan la clasificación de un sonido como ruido”.

René Chocholle

     Tal y como en el ejemplo del principio, podemos darnos cuenta de que desde las primeras horas de nuestro día nos encontramos expuestos a diversos sonidos y por ende al ruido. Pero algo que casi nunca consideramos, es que aquel estridente pitido del claxon, esa molesta bocina de la tienda de zapatos y hasta el incesante tono de llamada de nuestro celular que escuchamos durante el tráfico, contribuyen a la existencia de un fenómeno poco conocido, pero que trae consigo un sin fin de consecuencias tanto a nuestra salud, como al medio ambiente: la contaminación acústica.

Fuente: The New Yorker

     La contaminación acústica trae consigo un sin fin de consecuencias tanto para los humanos, como para la vida salvaje. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define al ruido dañino como aquel sonido que supere los 75 decibeles (dB) y doloroso desde los 120 dB, por lo tanto, se recomienda no exceder de 65 dB al día para evitar daños tanto a la salud física, como a la mental. Además, tiene gran impacto en los animales, ya que el ruido puede perturbar sus patrones de reproducción, de alimentación e incluso, podría acelerar la extinción de algunas especies. 

     Entre las fuentes principales del problema de la contaminación acústica se encuentran:  vehículos a motor y en mayor proporción los modelos más anticuados o los modificados por sus dueños, establecimientos de ocio como discotecas y bares, las industrias y talleres artesanales localizados dentro del entorno urbano, sumado a la construcción de obras públicas entre otras.
     Los humanos estamos tan acostumbrados al ruido que, no somos lo suficientemente conscientes del daño al que nos encontramos expuestos. Entre los daños más severos que este fenómeno causa en los seres humanos están:

  • Disminución de la capacidad auditiva, provocada por el bloqueo de la transmisión del sonido en nuestro oído interno.
  • Pérdida de la audición o hipoacusia, causada por lapsos prolongados de exposición a ruidos muy intensos. Sus efectos son irreversibles.
  • Sensaciones de zumbido, timbre o explosión en el oído.
Fuente: Ajuntament de Barcelona

     También trae problemas que van más allá de lo auditivo, tales como:

  • Psicopatológicos: Agitación respiratoria, aceleración del pulso, aumento de la presión arterial, dolor de cabeza y ante sonidos extremos y constantes, gastritis, colitis o incluso infartos.
  • Psicológicos: estrés, fatiga, estados depresivos, ansiedad o histeria.
  • Sueño y conducta: un ruido por encima de los 45 dB impide conciliar el sueño o dormir correctamente, esto puede volvernos más agresivos o irritables. 
  • Memoria y atención: el ruido afecta la capacidad de concentración, traduciéndose a largo plazo, como una baja en el rendimiento; por otra parte, se incrementa la posibilidad de pérdida de la memoria

     En cuanto a los daños que provoca el ruido  en los animales, pueden ir desde la afectación de sus capacidades comunicativas, hasta su supervivencia.  

     Martín y Grijota (2013) han propuesto algunos de los efectos que el ruido causa en los animales:

  • Dificultad para percibir las señales acústicas y reducción de la capacidad de respuesta.
  • Cambios en la búsqueda de alimento y comportamiento antidepredador.
  • Efectos sobre la reproducción.
  • Afección a la densidad y estructura de las comunidades animales.
  • Alteraciones en la vocalización y enmascaramiento acústico.
  • Destrucción y fragmentación de hábitats.
  • Modificación de las funciones de alerta.
Fuente: Estrella digital

     Se debe tomar en cuenta que ni los seres humanos ni los animales nos encontramos exentos de los efectos que produce el fenómeno de la contaminación auditiva. Por eso es de suma importancia que las personas estén enteradas de su existencia y de sus gravosas consecuencias. De no ser así, no se podrán llevar a cabo acciones para combatir este tipo de contaminación que, si bien es invisible a los ojos, para nuestros oídos no.

Desde nuestra individualidad podemos ayudar a que este fenómeno no continúe esparciéndose, con acciones sencillas. Por ejemplo, reducir el uso del automóvil y en su lugar utilizar bicicleta, realizar obras domésticas que impliquen mucho ruido (martillar, taladrar.etc.) en horarios recomendados, se puede aislar el hogar con materiales que absorban el ruido. Si vamos a utilizar algún artefacto como una bocina o el estéreo para escuchar música, es sumamente importante que no sea a un volumen excesivo.

Una educación ambiental desde una edad temprana es muy importante para que este y otros fenómenos ambientales puedan combatirse. Impulsar la participación ciudadana por parte de las autoridades, así como la toma de iniciativa desde nosotros, es esencial para que la próxima vez que nos quedemos varados en aquel infernal tráfico, no acudamos al estruendoso sonido del claxon para evidenciar la desesperación que inunda aquella situación. 

En el siguiente link podrás experimentar “La vida en decibelios”, una página interactiva del Ayuntamiento de Barcelona para evidenciar la contaminación auditiva: https://www.elperiodico.com/es/epbrands/ajuntament-barcelona/vida-decibelios-contaminacion-acustica-barcelona/

Fuentes:

AEC. (s. f.). AEC – Contaminación acústica. AEC: ASOCIACIÓN ESPAÑOLA PARA LA CALIDAD. Recuperado 20 de septiembre de 2020, de https://www.aec.es/web/guest/centro-conocimiento/contaminacion-acustica

Alfie Cohen, Miriam, & Salinas Castillo, Osvaldo. (2017). Ruido en la ciudad. Contaminación auditiva y ciudad caminable. Estudios demográficos y urbanos, 32(1), 65-96. Recuperado en 20 de septiembre de 2020, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0186-72102017000100065&lng=es&tlng=es

Amable Álvarez, Isabel, Méndez Martínez, Jesús, Delgado Pérez, Lenia, Acebo Figueroa, Fernando, de Armas Mestre, Joanna, & Rivero Llop, Marta Lidia. (2017). Contaminación ambiental por ruido. Revista Médica Electrónica, 39(3), 640-649. Recuperado en 28 de septiembre de 2020, de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1684-18242017000300024&lng=es&tlng=es.

Beguería, S. (2019, 3 mayo). El ruido. Características de la contaminación acústica. CEUPE| Centro Europeo de Postgrado. https://www.ceupe.com/blog/el-ruido-caracteristicas-de-la-contaminacion-acustica.html

Benasayag, E. F. M. (2000, January). El ruido nos mata en silencio. In Anales de geografía de la Universidad Complutense (Vol. 20, p. 149).

Envira. (2019, 18 marzo). Principales consecuencias de la contaminación acústica. Enviraiot. Recuperado en 27 de septiembre de 2020, de https://enviraiot.es/consecuencias-contaminacion-acustica/

Iberdola.(s.f.) La contaminación acústica, ¿cómo reducir el impacto de una amenaza invisible?. Recuperado 20 de septiembre de 2020, de https://www.iberdrola.com/medio-ambiente/que-es-contaminacion-acustica-causas-efectos-soluciones



Semblanza de la autora.

Daniela Alexandra Bolaños Gómez, apasionada de la expresión artística humana, sensible a cualquier manifestación de la vida y al entorno que la rodea.



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Esta entrada es el resultado del taller Escribir para divulgar, donde los participantes han empezado a desarrollar habilidades de escritura, para compartir eso que saben o que les gusta acerca de la ciencia y la tecnología.

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