1. VIAJERO 40
   Silencio oculto escucho desde el centro, el cielo brilla y las palabras hablan, volando sigilosas merodeando mis adentros, es Dadílo Tubérculo que se arrastra lento y sombras escurridizas se mueven enmudecidas, de pronto un toyo de agua salpica su camino, una nave se acerca, apabullado corre temiendo la muerte. Las notas de estruendo de la nave se alejan dejando a la sombra de Tubérculo un chiflido aterrante y siniestro en el puente de la estación. Mira al cielo y viajeros descienden, se oculta a lo lejos cegando su mente, y poco a poco en silencio se detiene.

   1. Muchas gracias por participar.

      1. Gracias por compartir un cuentico genial.

   2. Candor de realidad

      El fénix elevaba sus alas nuevamente con el resplandor brillante que iluminaba el horizonte bajo la tarde gris, sus colores habían sido borrados por completo, avanzaba hacia la luna que lo hechizaba y degradaba a cada instante convirtiéndolo en simples pedazos de papel, fue un recuerdo de un maleficio en una noche que se hundía bajo un puente encantado, encarnando entre sus olas la falsa imagen de la realidad, el fénix se elevó tan alto que no pudo soportarlo más, las hojas de papel que ahora conformaban su existencia se volvieron llamas y quedó entonces convertido en cenizas.

      1. Lupus Guerra qué gusto leerte, gracias por escribir, es un cuento padrísimo. Me encantó la imagen del fenix de papel, le da otro sentido al hecho de que sea un ave convertida y a veces renacida de cenizas.

2. «Tic tac»

   Cuando cerraba el libro, el león de las dunas a colores de Ende se enterraba en la arena y el color de éstas huía al cielo, las nubes escondían la luna siempre llena y entre la arena monocromática un navío surcaba miedo y desesperación. Dicen, era un «tic tac» en el cuento equivocado.

   1. Gracias Nova, me recuerda a un par de libros.

3. Entre aquellas calles todo era cambiante. Parecía que esa ciudad fue hecha con el solo proposito de ser eternamente mutable. De las ventanas y azoteas de edificios salían figuras geométricas y fractales que cubrían el cielo y a su paso dejaban auroras boreales que las ballenas celestes surcaban con sus vuelos magnéticos. Entre todo ese mundo tan efímero, no había ningun lugar que él prefiriera. No, para él solo había un lugar que valía la pena, desde donde se veían las ballenas, los fractales, las auroras boreales, la mejor vista de la ciudad, y en el cielo, una hermosa supernova que resplandecía solo para él. Y en su pecho una galaxia.

   1. Gracias Jacobino, qué linda imagen «eternamente mutable».

4. Granos de ideas movedizas

   ¿Será que navegando sin rumbo a través de sitios inherentes a nuestra realidad tangible, o tal vez redescubriendo horizontes que alguna vez deslumbraron nuestras reflexiones en un carmesí amanecer de perspectivas cósmicas, encontremos en un sosiego de ideas aquellos matices que atenuen nuestro universo?

   1. Miguel muchas gracias, espera nuestra siguiente actividad.

5. ¡Me han encantado las recomendaciones musicales! yeiiiii

6. En un futuro lejano, el agua era escasa en la tierra. Los mares se habian convertido en grandes desiertos, por ello, el cielo al ser su uno de sus parecidos empezo con los mismos sintomas de desaparecer.
   Los barcos, sedientos, viajan por la arena en busca de aquel liquido y de nuevo revivir su esencia

   1. Uriel, qué gusto que continuarás participando en el taller ahora en línea, gracias por tu cuento.

7. Flotaba como soñando, entre los edificios de esa antigua ciudad. Los cubos vigilantes no me hacían caso, solo chocaban contra mi como saludando. De repente lo vi ¡Un humano!
   Fue un gran desayuno.

   1. Doc. muchas gracias por su cuento, y por cierto, ¡Provecho!

8. «Nada volverá a ser normal»

   ¡Tetragramatum, cubus dimensiomatum ornatum!
   Fueron las palabras que lanzó para abrir un portal interdimensional en medio de la ciudad.
   El plan era traer de vuelta todas esas criaturas y seres extraordinarios de los que sólo hablan los libros de magia y hechicería antigua. Y había resultado, lo supo en cuanto apareció la primer criatura; una enorme y majestuosa ballena azul.
   Ahhh, después de 333 años intentándolo, funcionó…
   Sólo faltaba decir una última palabra para cerrar el portal:
   ¡Guaf, guaf!
   ¡Maldita sea, el hechizo salió mal, el joven mago ahora era un pastor australiano!
   Y los perros no pueden hablar…

   1. Fer muchas gracias, gran final. Espera nuestra próxima actividad.

9. El barco de papel
   Nombre: Gael Velázquez Gómez
   Era un mundo sombrío donde sólo había un puente entre dos tierras que parecían infértiles. El puente tenía unas tuberías en el arco que apuntaban al agua bermeja del río, y de ellas fueron saliendo los habitantes que pronto ocuparían lugar en el mundo. El primero de ellos fue un barco de papel, que tenía ojos y extremidades, y además un cerebro dibujado arriba de sus ojos. El barco vio que en el fondo del agua había cuerpos de humanos putrefactos. De repente ocurrió algo inesperado, todas las tuberías se sacudieron bruscamente y de ellas salieron pequeños peces mecánicos. Fin.

   1. Gael muchas gracias por tu cuento, tiene unas imágenes padrísimas, me encantaron los «pequeños peces mecánicos»

10. Sueño
    La mente humana es fascinante, cuando el consciente dormita el inconsciente emerge generando lo que llamaban «sueños». Este sujeto que transita tranquilo por las calles citadinas apenas se cuestiona por la enorme ballena azul que lo sobrevuela. Así son los sueños, o así debieron serlo. El único testimonio suyo ahora es esta masa de carne, cuyo ciclo vital hace mucho debió finalizar, pero nosotros lo evitamos, le inducimos a un coma, lo alimentamos con sueros y estimulamos con neurotransmisores, demasiadas molestias para preservar la actividad cerebral de un primate, pero nosotros no podemos soñar, y estas imágenes resultan verdaderamente fascinantes.

    1. Alex, qué interesante cuento, muchas gracias por participar.

11. Hola. Pusieron la liga en el seminario de «Escribir divulgación científica». ¿van a abrir otro taller de escritura? ¡¡Gracias!!

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