¿Sabías que tus emociones te definen?

Mujer eligiendo sus emociones. Bigstock (2018)

Lo que sucede en tu vida está basado en su mayoría en todo aquello que piensas, sientes y manifiestas.

Los humanos tenemos la capacidad de decidir y adoptar o rechazar pensamientos que no son convenientes para nuestro bienestar. Cuando buscamos motivos para estar tristes o permanecer negativos ante ciertas situaciones, el momento se torna aún más gris de lo que realmente puede ser.

Está en nosotros y solamente dentro de uno mismo, poder colorear la vida en los tonos que nosotros decidimos. Cuando buscamos el lado bueno y convertimos esos temores en emociones positivas, parece que el entorno comienza a sonreírnos.

El pensamiento positivo es una actitud mental dirigida a destacar los aspectos válidos de nuestra vida (García, 2016), por tanto, rescatarlos será de los mayores beneficios.

Como lo dice Ehrenreich (2011) los pensamientos positivos no solo nos harán sentirnos optimistas, sino que favorecerá que de hecho las cosas salgan bien o al menos, que nos sintamos mejor al hacerlas.

Cuando tomamos con buena actitud lo que nos ocurre, nuestro sentido del humor mejora y podemos adquirir una mayor confianza en nosotros mismos, por lo cual, es más fácil que lograremos el propósito que estamos persiguiendo.  

Hay que recordar que el secreto es persistir y resistir, en definitiva, eso se logra únicamente cuando tenemos el firme deseo de hacer lo mejor posible el objetivo que tenemos planteado.

Cuando nuestros pensamientos nos absorben y tenemos en mente cosas negativas, no solo dañamos nuestro espíritu, sino que el cuerpo comienza a desmejorarse. Se sabe que muchas de las enfermedades o síntomas que ocasionan molestias, se deben al poder que ejerce nuestra mente en nosotros.

El cuerpo es el reflejo de nuestra mente. Imagina que tienes un bote lleno de basura, no la has sacado en muchos días, al contrario, lo único que haces es estar acumulado. Ese bote se está desbordando, ya no hay cabida para más. La basura debe encontrar nuevos lugares en donde acomodarse pues ese espacio le está siendo insuficiente. Buscará salidas, donde sea y como sea para poder seguir acumulándose.

Si ese bote está lleno, muy probablemente, en poco tiempo, el suelo también lo estará, y luego todo lo que está alrededor.

Lo mismo ocurre con nuestra mente. El pensamiento guarda ideas negativas que se van acumulando conforme experiencias y momentos acontecidos. Lo que no nos gusta debe irse sacando, de poco en poco para generar espacio para nuevos pensamientos. De no ser así, esas cosas absurdas y molestas se están sumando hasta que llegue el momento de desbordarse. Como en nuestra cabeza ya no hay más espacio, entonces esos malos pensamientos saldrán por todo el cuerpo, provocando malestares innecesarios.

A través de los años, la psicología ha avanzado con pasos agigantados en este tema. El aspecto psicológico ha demostrado su relevancia en la salud no solo mental sino física de los individuos.

Pocas veces solemos dar espacio a este factor en nuestras vidas. Cuando enfermamos, acudimos con el médico de cabecera y atendemos las dolencias, pero pocos habituamos asistir con un profesional de salud mental para hacer una revisión de qué tal andamos con nuestros pensamientos y qué tan sana o dañada está nuestra mente.

Todos los impactos cotidianos, de cosas muy favorables y otras no tanto, recaen justo en nuestro pensamiento e irónicamente es al que menos le damos valor.

Nadie ha dicho que es una tarea fácil, de hecho, hay que trabajar arduamente para que esto ocurra y poder tener el control de nuestra mente. ¿Te imaginas poder controlar cada uno de tus pensamientos, poder ordenarlos y decidir sobre ellos? Sin duda es el ideal.

Nadie por voluntad propia decidiría tener en mente cosas que los aquejan, pues ¡vaya novedad!, eso solo depende de ti.

Controlar lo que pasa por nuestra mente es cuestión de una absoluta decisión, nadie tiene el poder, ¡solo tú!, así que comencemos desde hoy.

Nuestro cerebro es una puerta que tú puedes manipular a tu antojo. No des entrada a todo aquello que te hace daño. Por el contrario, da la bienvenida a todo eso que te hace crecer, que te permite desarrollarte y continuar.

La gente que nos rodea suele sentirse aún más cómoda con nuestra compañía, cuando tenemos cosas favorables que ofrecerles.

¿Qué pasa cuando llenamos de malos pensamientos y respuestas negativas a todos aquellos con quienes convivimos? Sin duda, esas personas optarán por alejarse, y más, aquellas que sí han sabido trabajar sus emociones y saben que parte de cuidarse a sí mismo es alejarse de quienes no tienen nada positivo que abonar a nuestra vida.

Sé de las personas que todos quieren cerca, que ofrece cosas buenas, que suma, que levanta cosecha por donde pasa y que pisa fuerte, dejando una huella de recuerdos bonitos.

Cuida siempre lo que piensas y cómo manejas lo que llega a tu mente, recuerda que no toda la información que recibes debe quedarse dentro de ti, hay muchas cosas que debes sacar para ser mejor de lo que ya eras.

Guarda en tu memoria todo lo que desees, pero siempre ten en cuenta que es mejor que se quede lo que te hace bien y no lo que te atormenta.

Recuerda que tú eliges la vida que deseas vivir, por tanto, eliges los elementos que quieras que tenga tu vida y los colores que vas a incluir en ella.

¡Ojo!, no se trata de que vivas en constante lucha para desaparecer o huir de los pensamientos o emociones negativas, pues son parte de nuestra vida cotidiana y en muchos aspectos, son estos mismos los que nos han permitido crecer y aprender de algunas situaciones. 

Esforzarse continuamente para erradicarlos puede provocar que te desconectes de ti mismo. Hacer que no existan no es la solución, pero sí lo es el hecho de manejarlos adecuadamente, dejar que fluyan y no se queden a vivir en ti.

Las personas grises atraen personas de ese color también y, por tanto, situaciones y momentos en ese tono. Los individuos con más color, buscan y están cerca de personas con esos mismos tonos y generalmente, son las mismas personas que terminan abriendo caminos más floridos y hermosos.

No desistas, siempre, la decisión de cómo vivir, será tuya.

Bibliografía

Bigstock (2018). ¿Qué son las emociones?. Figura 1. https://www.psicoactiva.com/blog/que-son-las-emociones/

Ehrenreich, B. (2011). Sonríe o muere. https://books.google.com.mx/books?hl=es&lr=&id=TnFfegERRuQC&oi=fnd&pg=PA11&dq=importancia+de+pensar+positivo&ots=uCckCQSHlW&sig=ZVS7Ny2I-Cdd4SCUHrHK5YRTSUU&redir_esc=y#v=onepage&q&f=false

García, M. (2016). Emociones positivas, pensamiento positivo y satisfacción con la vida. International Journal of Developmental and Educational Psychology, 2 (1). p. 17-22. redalyc.org/pdf/3498/349851777002.pdf

Video “V. Completa. Agilidad emocional: un entrenamiento para vivir mejor. Susan David, psicóloga”. https://www.youtube.com/watch?v=tEntuVUc7PM

Semblanza de la autora

Mi nombre es Blanca Olivia Cervantes Arreola, docente de profesión y de vocación. Fiel creyente de que las emociones influyen en la vida y sobre todo en el aprendizaje de nuestros estudiantes. Seguidora de la pedagogía afectiva. Entusiasta por aprender y mejorar su labor profesional y personal. Convencida de que todos los días se puede ser mejor que ayer.

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Esta entrada es el resultado del taller Escribir para divulgar, donde los participantes han empezado a desarrollar habilidades de escritura, para compartir eso que saben o que les gusta acerca de la ciencia y la tecnología.

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