Hacia un México científico

En los últimos días me dispuse a realizar un proyecto de investigación doctoral. El tema principal, que se debía abordar, era literacidad o alfabetización científica. Mucha gente en el mundo habla de ella, desde los países asiáticos hasta los europeos, sin dejar de lado algunos países americanos, lo cual me hizo realmente feliz, ya que la problematización de mi proyecto estaría repleta de referencias, con un banco grande de opciones para obtener información.

En el curso de tutoría, el asesor comentó en clase Las referencias no deben tener antigüedad mayor a cinco años, y es aquí es donde pensé, ¿qué podría pasar?, todos hablaban del tema, hay referencias para ahondar, Y al empezar a recolectar la información, todo iba bien, aunque comenzaban  a ser menos debido a la antigüedad solicitada. Pero al llegar a la parte nacional la incertidumbre se hizo presente, encontré que había trabajos de literacidad o alfabetización científica, no se puede negar, ¿pero la antigüedad de 5 años? sí tenía 5 años, pero  antes de iniciar el siglo: 1995 era la fecha del trabajo más reciente.

Explicaré el concepto de literacidad científica, pero por favor, no juzguen la antigüedad de las referencias.

Para Trefil y Hazen (1992), la literacidad científica constituye el conocimiento que necesitamos para comprender los problemas públicos. Parafraseando: Es una mezcla de hechos, vocabulario, conceptos, historia y filosofía. No es material especializado de los expertos, es el conocimiento más general y menos preciso utilizado en el discurso político… si puedes tratar noticias sobre ciencia de la misma manera que tratas todo lo que se te presente en el horizonte, entonces, en lo que a nosotros respecta, usted tiene conocimientos científicos.

Otros autores, como son Norris y Phillips (2003), mencionan que “la alfabetización científica se utiliza de diversas formas”, entre las maneras que menciona se encuentran principalmente:

(a) Conocimiento del contenido sustantivo de la ciencia y la capacidad de distinguir la ciencia de la no ciencia (CMEC, 1997; Mayer, 1997; NRC, 1996; Shortland, 1988); (b) Comprender la ciencia y sus aplicaciones (DeBoer, 2000; Eisenhart, Finkel y Marion, 1996; Hurd, 1998; Shen, 1975;Shortland, 1988); … (c) Conocimientos necesarios para la inteligencia participación en cuestiones sociales basadas en la ciencia (CMEC, 1997; Millar y Osborne, 1998; NRC,1996); (d) Comprender la naturaleza de la ciencia, incluidas sus relaciones con la cultura.(DeBoer, 2000; Hanrahan, 1999; Norman, 1998); (e) Apreciación y comodidad conciencia, incluyendo su asombro y curiosidad (CMEC, 1997; Millar y Osborne, 1998; Shamos,1995; Shen, 1975);  (f) Conocimiento de los riesgos y beneficios de la ciencia (Shamos, 1995); o (g) Capacidad para pensar críticamente sobre la ciencia y para hacer frente a la experiencia científica (Korpanet al.,1997; Shamos, 1995).

Después de toda esta terminología, con tantos aportes para las personas, como lo mencionan todos los autores que recopilan Norris y Phillips, las preguntas que me invaden son ¿por qué en México de un tiempo para acá dejó de ser nombrada por los autores? ¿acaso dejó de ser relevante para los mexicanos?, o será el caso contrario ¿hemos logrado desarrollarlo en todos los mexicanos y por ello dejamos de interesarnos en él?

Empezando por Google Scholar, buscador tras buscador, pasando por ResearchGate, usando las estrategias de búsqueda mencionadas en taller, hasta llegar al buscador de la universidad en la que estudio, el tema parecía haber desaparecido. Autores de Turquía, España y Canadá lo tenían presente, encontré autores colombianos y chilenos, pero ¿dónde están los mexicanos?, no quedaba más que seguir buscando.

La búsqueda arrojaba información con términos como literacidad, con los variantes de académica, crítica, digital, social, bueno hasta vernácula encontré, pero ¿la científica? Parecía haber desaparecido en la última década. Después de realizar una búsqueda exhaustiva, apareció el artículo del 2015 titulado, Prácticas de literacidad científica disciplinar: electrónicos que trabajan en red, de los autores, Limón, Carrasco y Serna, el artículo pertenece al III Congreso Nacional de Expresiones de Cultura Escrita en Instituciones de Educación Media Superior y Superior, de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Tlaxcala.

El trabajo mencionado forma parte de un proyecto de investigación en marcha sobre formas de colaboración de investigadores consolidados para apoyar el trabajo de escritura académica de los doctorandos; el objetivo del mismo es analizar las formas de colaboración para la producción de artículos científicos. .

Limón, Carrasco y Serna (2015), mencionan qué

Siguiendo los planteamientos de Barton y Hamilton (2004) sobre literacidad, podemos decir que las prácticas sociales de producción científica ocurren en el marco de un interés de investigación guiado por la producción de nuevos conocimientos. Los eventos mediados por los textos escritos en una comunidad científica permiten inferir al menos tres elementos de una práctica que fusionan la producción académica con los procesos formativos de los jóvenes científicos: los actores, las tecnologías y los usos de la escritura científica.

Citando finalmente a Clough (2011) del Museo Smithsoniano,

Las universidades tienen una capacidad incorporada para avanzar en la literacidad científica. Pueden llegar a exalumnos y otras audiencias utilizando tecnologías digitales, mejorar la comprensión de ciencia entre las especialidades no científicas, y dar ciencia y estudiantes de ingeniería una perspectiva más amplia sobre sus responsabilidades como ciudadanos. 

Así que, si logramos entender la importancia de la literacidad científica en nuestra práctica diaria, la pregunta sería ¿qué necesitan hacer las universidades mexicanas para que los alumnos la desarrollen?

Estoy empezando, cuando logra saber algo más se los comunicaré.

Referencias

Clough, G. (2011). Increasing scientific literacy: A shared responsibility. Smithsonian Institution.

 Limón, R. , Altamirano, A., y Serna, R. (2015). Prácticas de literacidad científica disciplinar: electrónicos que trabajan en red.

Norris, S, y Phillips, L. (2003). How literacy in its fundamental sense is central to scientific literacy. Science education, 87(2), 224-240.

Trefil, J., y Hazen, R. (1992). Science matters: achieving scientific literacy. New York, NY:: Anchor Books.

Zavala, V. (2008). La literacidad, o lo que la gente» hace» con la lectura y la escritura. Textos de Didáctica de la Lengua y la Literatura, (47), 71-79.

 Semblanza: Alejandra Santiesteban Reyes, ingeniera en ciencias computacionales y maestra en tecnología educativa, en estos momentos estudiante del doctorado en sistemas y ambientes educativos, con un amor profundo por la docencia sin distinción de edad, apasionada por la educación y la tecnología.

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Esta entrada es el resultado del taller Escribir para divulgar, donde los participantes han empezado a desarrollar habilidades de escritura, para compartir eso que saben o que les gusta acerca de la ciencia y la tecnología.

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