Actividad #3 «Taller de detonaciones microtextuales»

Taller de escritura creativa para jóvenes y adultos

Imparte: Deniss Guerra

La cuarentena no acabará con nuestros placeres, perdamos la cordura creativamente. Te dejaremos actividades cada lunes y viernes.

El taller actualmente se imparte en la Casa del Libro Giberto Bosques Saldívar, de la BUAP, en forma presencial, pero dadas las circunstancias actuales, se continuará con al menos una pequeña parte del mismo, la publicación de algunas actividades detonadoras de escritura creativa. Como plan del taller, publicaremos en unos meses una antología con el trabajo de los talleristas, además de incluir textos seleccionados de esta emisión en línea. Para poder tomar en cuenta los textos deberán cumplir con los requisitos que aparecen en la sección de instrucciones.

En la actividad pasada…

Los baberos fueron un éxito, tratamos de romper el esquema que tenemos del objeto y los textos que mandaron estuvieron muy chidos. Ahora la actividad intentará que escribamos haciendo uso de uno de los elementos más importantes de la minificción: la intertextualidad. Presta atención a las instrucciones.

Actividad #3

Instrucciones

Deberás escribir una minificción utilizando como objeto principal una bicicleta, puedes utilizarla de la forma que quieras, pero no puede faltar dentro de tu narración y tiene que tener un papel importante, además deberás añadir la referencia de alguna de tus obras favoritas, sin MENCIONAR EL TÍTULO, por ejemplo: el gran hermano, Mr. Darcy, el castillo de If, elemental, etc. Solo elementos o personas que refieran a la obra.

No olvides:

  • título
  • firma con nombre o seudónimo
  • no más de 100 palabras
  • fecha límite, miércoles 1 de abril 2020, 23:59 hrs.
  • subir el texto a comentarios

Te dejamos una imagen para inspirar tu texto y nuestra selección musical para acompañar tu momento de creación.

29 Replies to “Actividad #3 «Taller de detonaciones microtextuales»”

  1. El circo en mi barrio
    El señor Rupert tenía que apresurarse, su vida corría peligro y para eso debía llegar al otro lado del cementerio de los libros olvidados sin ser visto. La única forma de pasar era por medio de una bicicleta que no tenía llantas, por suerte encajaba perfectamente con una barra metálica que estaba sobre el muro izquierdo del cementerio, le parecía casi imposible, pero tenía que poner en práctica todas sus habilidades de malabarismo aprendidas en la niñez para no caer y poder esquivar a los tipos de negro que habían estado persiguiéndolo por todo el barrio.

    1. Muchas gracias Diana, y son unos libros padrísimos, imposible no ubicar el cementerio de los libros olvidados.

  2. «Fly home» con Terracleta
    Recuerdo como si fuera ayer cuando volví a casa, galácticamente asustado, hinchado del estrés y la cosa que me cubría la cabeza ya estaba tiesa y olía mal. Mamá y papá me castigaron por dos años, así que tuve suficiente tiempo para armar el móvil de Elliot. Hemos estado en comunicación y me ha ayudó a perfeccionarlo. En unos meses saldrá a la venta, y aún no definimos el nombre de la marca, a mí me gusta Terracleta. Elliot insiste en que debería ser, “Fly home”, no deja de hacer ese viejo chiste con el dedo en la pantalla.

    1. Una buena compra
      —Un par de ruedas todoterreno, buenos amortiguadores, asiento cómodo y peso extra para compensación gravitacional; un producto de excelente manufactura. Sin embargo existen alternativas mucho más sofisticadas para recorrer el terreno marciano ¿Porqué escoger una bicicleta?

      —Verá usted, es un asunto más sentimental, me recuerda mi infancia en la tierra, los paseos por los parques llenos de verde; aquellos años parecen tan distantes ahora. Creo que me la llevaré pero, si no le molesta, quisiera probarla antes.

      —Por supuesto —respondió el vendedor—. la avenida Spender es bastante extensa, dese una vuelta y vuelva para comprarla si le convence.

      1. Alex, una disculpa ya te junté aquí comentarios, muchas gracias por participar, tengo que aceptar que tu referencia fue de las más difíciles. Está genial la parte de que se trata de un «asunto más sentimental».

  3. RUEDA
    Durante el día circulaba por la ciudad, y cómo era de esperarse la Rueda delantera, más grande que la trasera, se levantó en voz de lucha –¡ya no más! Gritaba, despertando la irá de los demás miembros de la maquinaria. Mientras el señor Krawitz dormía en su cama, dentro del taller se orquestaba la rebelión. Rueda incitaba a derrocar al ciclista, alegando que todos los días recibían abusos de su parte; los Pedales repitieron –¡ya no más!, siempre hacían lo que Rueda les decía, el solitario Cuadro, quien seguía las ordenes sin cuestionamientos votaba a favor del motín. Continuaron por días, hasta que desalojaron al señor Krawitz. Regresó a la semana y le sorprendió lo que vio, por la ventana de la casa Rueda miraba tv y fumaba un cigarrillo, tenía unos relucientes patines que le servían como vehículo.

    1. Chino, que gran adaptación de uno del clásico de Orwell, siempre tan actual. Gracias por participar.

  4. Volar con miedo.
    Creo que nunca te dije cuánto te quería . Porque no podía ser , decían . Y yo que les creía .
    Porque era miedosa , algo extraño en las de mi clase .
    Así que me dió miedo ser diferente , jugar mi vida solo con lo que creía de todo lo que me enseñaron . Y con el miedo a cuestas como un molusco sobre el lomo infinito de una ballena , seguí volando.
    Porque quería andar , pero no podía ser . Yo les creía que las brujas solo pueden volar en escobas . Tal vez esté escrita mi vida , bicicleta brillante , tal vez nunca te pueda tener . Pero hoy quiero desde este agujero decirte que sin ti está mal hecho el mundo .

    1. Sam, qué bonito cuento, el miedo a veces es más fuerte que nosotros pero siempre inspiración. Gracias por participar.

  5. Titulo: Nunca jamás
    Autor: Gael Velázquez Gómez
    Pronto los hechos escalofriantes empezaron a salir en las noticias informando que niños morían por haberse subido a una vieja bicicleta. Un día, un joven quiso experimentar porque esa bicicleta provocaba muertes. Se subió a la bicicleta vieja, salió a la calle y al bajar en picada escucho: ¡Nunca jamás! La bicicleta se detuvo y el cuerpo del joven salió volando por los aires generando gritos aterradores de la gente que caminaba por la calle. El joven falleció a pesar de la ayuda que las personas brindaban y medios de comunicación concluyeron que la bicicleta estaba embrujada.

    1. Ja ja, por un momento creí que la bicicleta los lanzaba hacía la segunda estrella a la derecha rumbo a nunca jamás, pero fue más ruda que yo. Muchas gracias por seguir participando Gael.

  6. La fortuita desventura de un ex tiesto con petunias
    De repente tomó conciencia de que era una bicicleta, cosa curiosa, en sus múltiples vidas nunca había sido un objeto inanimado, siempre tuvo cierto nivel de libertad. En su vida anterior había sido un tiesto con petunias, su existencia fue efímera, pero al menos podía experimentar lo que es la vida. Como bicicleta no tenía mayor esperanza que ser usado o arrumbado. Y mientras elucidaba estas conclusiones, cayó por un acantilado y se hundió en la profundidad del mar. Ahí en la penumbra total, se fue disolviendo con los años, hasta convertirse en parte del mar.
    Arthur Dent

    1. Arthur Dent, debo confesar que de primera leída no ubiqué tan bien al tiesto con petunias, pero ahora que lo encontré en el universo de Douglas Adams, (espero no haberme equivocado) wow, le da otro sentido a tu cuento, algo gigante; y no sé si el final era tu intención, pero me sonó a la pobre sirenita. Gracias por participar de nuevo.

      1. Hola, gracias por el comentaria. Efectivamente aludía a Douglas Adams 🙂
        Lo de la sirenita es una simpática coincidencia.
        Saludos

  7. La bicicleta elemental

    A los tres días de que se hubiera extraviado el gato de la librería del viejo S., el misterioso chico de la bicicleta roja lo encontró. Desapareció el tendedero de la señorita Holly, y el chico de la bicicleta roja al día siguiente lo entregó. El almuerzo de Elmer, la cámara de Rose, la pecera del señor Larry, incluso el piano de madame O´Brie, los llevó hasta casa el chico de la bicicleta roja. Nadie sabía quién era. Hoy nos llamó Cath, corrí con Karl hasta B.S., y allí estábamos, frente a la bicicleta roja amarrada al barandal en el pórtico del número 221B.

    1. Nova, qué gusto que vuelves a participar, es muy útil la referencia, o referencias, pero si no me equivoco, jugaste con las iniciales de cada persona, no? no digo más para no arruinar a los otros lectores. Saludos

  8. «Plodia interpunctella (encierro) »
    Y su aleteo me despertó, sonido semejante a la rotación libre de la llanta trasera de una bicicleta viajando a 10 km/h, qué desesperación sentíamos la polilla y yo al estar encerradas en la misma habitación, al cerrar los ojos y apagar la luz volvía el alboroto de su inquieto cuerpecito peludo azotándose por las paredes, las guitarras y las ventanas, prendí la luz, rápidamente pensé en un zarpazo con un instrumento veloz, el sueño me detuvo. Abrí delicadamente la ventana para que saliera un poco de calor y fue ahí cuando en un segundo la polilla se volatilizó hacia el exterior, gritando con sus palpos: nunca más, adiós lepidóptero nocturno, nunca más.

    1. Ajelet, me encantan tus palabras complicadas, suena aterrador y molesto ese nuevo cuervo tuyo disfrazado de polilla. Muchas gracias por seguir participando.

  9. Tomé la bicicleta de mi hermano. La misma que dicen era de mi abuelo, señor muy respetable que vivió más de 100 años y que nunca conocí. Siempre vestía de blanco, dicen; impecable. Y sabía calcular el tiempo y lugar en el que estaban sus hijos.
    Nunca aprendí a andar en bicicleta. Lo lamento hoy más que nunca antes. Con las manos en el manubrio de la vieja bici del abuelo me siento como María, sin poder ver un carajo… Y desearía tener el entusiasmo de Chole recién llegada. Pero no, lo único que tengo es torpeza y lo único que siento es miedo por no lograr llegar a tiempo.
    Debo montarme a la bicicleta y andar como pueda; recorrer 30 kilómetros a pie no es buena idea con esta premura. Y es tarde ya. Debo recoger el paquete y volver antes del atardecer. En estos tiempos la oscuridad es peligrosa.

  10. Reporte a base Aztlán / Fecha estelar -305288.23512810754
    Oficial científico Daniel Mocencahua

    Varios equipos se han movido hacia los puntos más afectados. La ciudad está detenida por lo que el único modo de moverse rápido y sin llamar tanto la atención es en bicicleta. Nos teletrasportamos desde la USS Carroll en Puebla para hacer revisiones a los edificios. Logré retirar de los escombros a las personas a mi cargo antes de la réplica. Afortunadamente nadie vio los fasers cortando piedra. La USS Freedom mitigó Los pulsos gravitones de Khan a tiempo y los daños fueron menores que los esperados. No se le ocurrirá venir de nuevo a 2017: lo estaremos esperando.

    1. Doctor, qué gusto leerlo por estos lares, muchas gracias por su cuentico, qué buen inicio, intenso y final cerrado pero pendiente, me encantó «venir de nuevo a 2017» como si se hablara de un lugar y no de un año, tiempo, etc.Gracias

  11. Puebla Blues.
    La conocí una tarde lluviosa. Yo iba sin paraguas y el agua arreciaba, estaba empapado, ella era tenía un aire totalmente indiferente, pero notaba que sabía de mi presencia. Intenté acercarme y ella accedió a escuchar mis palabras «Si pudiera, me encantaría invitarle un té, la noche es fria y el agua inconveniente, venga conmigo y podrá secarse y calentarse un poco en mi apartamento», no contestó, se limitó a aceptar que la tomara y la llevara, su movimiento era fluído, limpio, el agua de las calles no parecía molestarla, de cuando en cuando, ella soltaba un quejido diminuto, quizá por la humedad, quizá por el frio. Pronto llegamos al apartamento, la conduje al pasillo de entrada, con un trapo limpio sequé el agua de todo su cuerpo. Serví una taza de té, cambié mi ropa, y al terminar el té, tomó una guitarra y cantó «Norwegian wood», I once had a bike, or should i say she once had me. She drove me home, and when we arrived, it was just fine…

    1. Hermes, bienvenido, no habíamos tenido el gusto de leerte, y qué bello cuento, todo un poema, lleno de atmósfera, cadencia, y súper abierto. Muchísimas gracias, ojalá te animes con las demás actividades, nos encantaría seguir leyéndote.

  12. Reporte de investigación

    – Enséñame la nota! – le gritó.
    – Léala usted mismo.
    El hombre leyó:
    «Todo una vez sólamente acontece
    Y una vez si deberá suceder
    Lejos allí donde el campo florece
    Debo morir y desaparecer…»
    Lo miró sorprendido:
    – Parece un canto que al acabar: extinguió.
    – El hombre estaba herido de muerte y espanto, cada noche me visitaba en su bicicleta oxidada.
    – Pues el hombre desapareció y la bicicleta fue lo único que dejó…
    – La bicicleta nunca existió.
    – Cómo que nunca existió?
    – Es que era polvo y como polvo se esfumó.

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